La Casa Blanca desmintió el relevo de Rex Tillerson como secretario de Estado

Es la segunda vez en unos pocos meses que circulan versiones sobre el desplazamiento del líder de la diplomacia estadounidense. Esta vez, medios locales afirmaban que sería reemplazado por el actual director de la CIA

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El secretario de Estado de los EEUU, Rex Tillerson
El secretario de Estado de los EEUU, Rex Tillerson

El reemplazo de Rex Tillerson como secretario de Estado estadounidense ocupó el jueves los espacios de los principales diarios del país. A los rumores publicados por el New York Times y la CNN de que sería reemplazado entre fines de este año y comienzos de 2018 por el actual director de la CIA, Mike Pompeo, se ha sumado una desmentida de la Casa Blanca, a través de su vocera, Sarah Sanders.

En una escueta nota oficial, Sarah Sanders afirmó que Tillerson "continúa al frente del Departamento de Estado", y que "no hay anuncios" que formular sobre cambios en el gabinete.

Más allá de la desmentido de la Presidencia, el enfriamiento de las relaciones entre Trump y Tillerson ya se tornó un asunto evidente que el Gobierno no logra esconder.

Fuentes del Gobierno consultadas por la CNN y The New York Times habían indicado más temprano que la decisión está siendo trazada por el jefe de Gabinete, John Kelly, aunque la decisión aún debía pasar por las manos del presidente, Donald Trump, con quien Tillerson ha mantenido una relación tensa.

En los últimos meses, también había circulado con fuerza el rumor de que el secretario de Estado presentaría su renuncia, entre versiones que aseguraban que el presidente lo había llamado "imbécil" entre sus asesores. Tillerson declinó responder sobre el tema o negar el presunto insulto.

Rex Tillerson y Donald Trump (Reuters)
Rex Tillerson y Donald Trump (Reuters)

Pompeo, el supuesto reemplazante de Tillerson, está al frente de la agencia de inteligencia desde el inicio del mandato de Trump. A su vez, siempre de acuerdo con las versiones circuladas el jueves temprano, su puesto sería ocupado por el senador republicano Tom Cotton.

Más allá de las diferencias públicas de Tillerson, ex ejecutivo de Exxon, sobre las relaciones entre Estados Unidos e Irán, el núcleo más grave de divergencias está en el tratamiento de la crisis con Corea del Norte. El lento avance de las gestiones ha irritado al mandatario, quien más de una vez ha ventilado su frustración en su cuenta de Twitter.

En mensajes en su cuenta personal, Trump llegó a decir que Tillerson estaba "perdiendo tiempo" al buscar un canal diplomático con Corea del Norte.

El general Kelly también es señalado en Washington como el funcionario que puso freno a la influencia que ejercía Jared Kushner, esposo de Ivanka Trump, sobre el mandatario. Además, impuso una mayor disciplina en la organización de la Casa Blanca con respecto a la confidencialidad de las reuniones, en un intento por evitar las filtraciones que aquejaron al Gobierno y fueron duramente criticadas por el mandatario.

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