Sugar y Stella la vieron llegar de su trabajo y festejaron su arribo. Eran las 5.30 pmp y el sol estaba poniéndose. Las dos labradores retrievers sabían que su dueña, Rosemary Billquist (43 años), los sacaría a pasear. Y así sucedió. Lo que no percibieron, pese al instinto que dicen tienen los perros, fue que ese sería su última caminata. Veinte minutos después, regresaron a su hogar en Sherman, Nueva York. Ella no estaba.
"Sabían que algo había pasado. Y pensé para mí: 'esto no está bien'", dijo Jamie, el marido de Rosemary. Fue entonces que el hombre intentó comunicarse con su esposa. La llamó a su teléfono celular. Al alzar la vista, vio una ambulancia que pasaba a toda velocidad. Pocos minutos después, sabría que la víctima de un disparo había sido su mujer.
Thomas B. Jadlowski, vecino de los Billquist, justo había salido de cacería al mismo tiempo el pasado 23 de noviembre. En un momento, en la penumbra de la tarde, creyó distinguir entre los árboles la silueta -¿inconfundible?- de un ciervo. Estaban separados por poco más de 180 metros. Tomó su arma y disparó. Un sólo tiro. Suficiente para que escuchara un quejido. Pensó: los ciervos no se quejan de esa manera. Corrió desesperado al lugar donde su blanco había caído y vio a Rosemary. Llamó al 911 y comenzó a aplicar presión sobre la herida, cuya hemorragia no se detenía.
Jadlowski, de 34 años, escuchó que el celular de su víctima comenzó a sonar. Atendió. Era el señor Billquist. Le contó que su mujer estaba herida y le indicó el lugar para encontrarse. Para el marido de Rosemary fue duro encontrar en la escena a su vecino. A ese al que habían visto crecer.
"No busco venganza, y sé que Rosemary tampoco lo haría. Que sea una lección", dijo Jamie a The New York Times, y reconoció estar pasando por un momento durísimo y quien cree que todo pudo haberse evitado. Es que según las leyes del estado, la cacería de ciervos está prohibida cuando el sol ya no está, tal como fue el caso. Jadlowski reconoció su infracción y está colaborando con la policía.
La oficina del fiscal del Condado de Chautauqua considera levantar cargos por homicidio en segundo grado contra Jadlowski por negligencia, de acuerdo a The Buffalo News.
Ahora, Jamie piensa en sacar algún tipo de enseñanza de lo ocurrido. Es que en el último año, al menos cuatro personas fueron alcanzadas y heridas mortalmente por disparos mientras se llevaba adelante una cacería. Es por eso que quiere lanzar una fundación en la cual se enseñe a los cazadores cuáles son los límites que tienen que considerar antes de dispararle a ciegas a un ciervo… que no existe.
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