"¡Ayúdenme, no puedo respirar!". James Dempsey, veterano estadounidense de la Segunda Guerra Mundial, sentía que la vida se le desvanecía. En una cama de un geriátrico, activó la llamada de emergencia, que fue respondida con una larga demora y por enfermeras que no cumplieron con los procedimientos mínimos. Y todo fue captado por una cámara oculta.
La familia de Dempsey ya sospechaba de los tratos que recibía en un centro de cuidados en las afueras de Atlanta, por lo que optó por grabar todo lo que sucedía en la habitación, sin que el personal lo supiera. Cuando el anciano falleció, a los 89 años, pudieron conocer las verdaderas circunstancias y demandaron a la institución.
Las indignantes imágenes, difundidas este mes, muestran la desesperación del hombre al sufrir problemas para respirar y la indiferente reacción del personal médico. Con un gran esfuerzo, logró activar la llamada de emergencia, mientras suplicaba ayuda en una habitación vacía. La alerta fue respondida casi 10 minutos después, sin los procedimientos adecuados.
La primera enfermera que ingresó revisó que todos los dispositivos estuvieran funcionando y en su lugar, pero no lo asistió y apagó la luz de emergencia.
En el juicio, Wanda Nuckles, la supervisora del personal, aseguró que cuando llegó a la escena, el paciente estaba recibiendo asistencia de reanimación cardiopulmonar (RCP), y que ella continuó con la tarea hasta que llegaron los equipos de emergencia.
Sin embargo, la grabación la desmintió.
—¿Estás de acuerdo en que está sufriendo para respirar?
—Sí.
—¿Es una situación de emergencia, señora?
—Sip. Sí.
—¿Cómo te hace sentir ver esto?
—Enferma.
El personal volvió a la habitación una hora después de la primera aparición, y demoraron casi otra hora en llamar al 911. Minutos después, se escucha una carcajada de Nuckles.
—Señora, ¿hay algo gracioso en lo que está pasando?
—No tengo idea, señor, no me acuerdo.
La mujer había explicado ante el juez que "a menos que un médico ordenara que se detenga la RCP, uno debe continuar, esa siempre es la regla". Luego, su rostro se endurece cuando la grabación la muestra apretando seis veces el pecho del hombre, para luego detenerse. Otra enfermera está presente en la habitación, pero aunque Dempsey permanece inconsciente, nadie intenta reanimarlo.
El juicio no llegó a su final porque la familia llegó a un acuerdo con la entidad. Sin embargo, Nuckles y otra enfermera presente perdieron su licencia estatal para ejercer la enfermería.
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