Nacida el 24 de enero de 1943 en Dallas, Sharon Tate fue una de las modelos y actrices más hermosas de los Estados Unidos y estaba destinada a una vida llena de luces y fama. Sin embargo, su vida se vio brutalmente interrumpida cuando el 9 de agosto de 1969 miembros de La Familia Manson, seguidores de Charles Manson, ingresaron en su vivienda en Beverly Hills y la apuñalaron 16 veces.
Tate estaba embarazada y a apenas dos semanas de dar a luz. Junto a ella fueron ejecutados Jay Sebring, Abigail Folger, Steven Parent y Voyteck Frytowski, quienes se encontraban en la mansión que Tate compartía con su marido, el director de cine Roman Polanski, quien en ese momento estaba en Londres, alejado de su mujer por no estar de acuerdo con que hubiera decidido seguir adelante con su embarazo.
Esa noche del 9 de agosto fue el final de una vida de calvario y fama que había protagonizado una de las mujeres más bellas de la época. Una actriz con poca gracia –"No me veo haciendo Shakespeare", dijo alguna vez– que luego de su muerte recobró una popularidad insólita. Las revelaciones sobre su atormentada vida al lado del cineasta fueron realizadas por Ed Sanders, autor del libro Sharon Tate: A Life (Sharon Tate: una vida), de reciente aparición.
En sus líneas, el libro permite entrever el difícil camino por el que transitó la modelo y actriz. A los 17 años, luego de haber conquistado varios concursos de belleza, fue violada por un soldado con el que había tenido una cita. Lo mantuvo en secreto por el resto de su vida y sólo se lo confesó a quien años después sería su marido: Polanski, cuya inteligencia y vitalidad la conquistaron de inmediato.
Pero antes de que el director arribara a su vida, Tate había estado comprometida con el actor francés Phillipe Forquet, con quien mantuvo una relación no privada de violencia, según revela el autor en su obra. El vínculo entre ambos terminó abruptamente. Steve McQueen y Jay Sebring también pasaron por su camino. Hasta que Polanski la conquistó definitivamente mientras ambos vivían en Londres. Los excesos comenzaban y luego de una noche de consumo de drogas tuvieron sexo por primera vez. Era abril de 1966 cuando ambos decidieron convivir.
Pero con los excesos, también comenzaron las orgías y un creciente desprecio que Polanski mostraba por ella, según indica el libro de Sanders. El director filmaba esos encuentros sexuales con Tate y con desconocidas que hallaba en clubs nocturnos de Londres. Pero también con ocasionales estrellas de Hollywood, fascinadas con el cineasta. Polanski luego proyectaba esas grabaciones para sus amigos.
El dominio que Polanski ejercía sobre Sharon era absoluto. Joanna Pettet, amiga de la hermosa actriz, señaló al autor que el director de cine incluso le indicaba cómo vestirse y maquillarse: "El marcaba su vida entera desde el tiempo en que ella lo conoció". En enero de 1968 ambos decidieron casarse.
Pero Sharon continuaba con su sueño de triunfar como actriz. Aun sabiendo que no llegaría nunca a interpretar grandes películas, se propuso participar en obras de comedia ligera. Fue por eso que decidió mudarse a Los Ángeles. Alquiló una casa, pero Polanski decidió permanecer en Europa, donde rodada un film. Al reencontrarse, Tate introdujo a su marido en el mundo norteamericano.
Pero las cosas empeoraron. Mientras Tate estaba de gira y pasaba días fuera de su casa, Polanski llevaba una doble vida. Incluso se hacía acompañar a la mansión que ambos compartían en Los Ángeles por amantes, mientras Sharon no estaba en casa. La vivienda que finalmente decidieron alquilar fue en la que ella moriría: en 10050 Cielo Drive, donde las fiestas, orgías y excesos serían recurrentes.
Pero un día, Tate sintió que algo raro ocurría con su cuerpo. Comprobó la sospecha: estaba embarazada, pero no se animaba a contárselo a Polanski, sabiendo que el cineasta detestaba la idea de ser padre. Fue por eso que esperó hasta que fuera demasiado tarde para realizarse un aborto. Al enterarse, furioso, el director le exigió que interrumpiera el embarazo en Brasil. Ella se negó. "No puedes hacer nada. Es mi hijo. Voy a tenerlo", le dijo en aquella oportunidad. Polanski dio media vuelta y voló hacia Londres.
Las cosas entre ellos empeoraron, pero continuaron juntos pese a la distancia que ambos mantenían. "Tenemos un buen acuerdo. Roman me miente y yo hago de cuenta que le creo", ironizó Tate al ser consultada sobre su vínculo. Polanski no tenía sexo con ella, pero la discreción no era una virtud en su vida: sus romances eran conocidos por todos. Sin embargo, quienes frecuentaban a ambos aseguran que se amaban con locura, aun en los peores momentos de su relación.
La fatídica casa en 10050 Cielo Drive, en Beverly Hills, era propiedad de Terry Melcher, un productor de música que a su vez la rentaba, en este caso a la familia Polanski. Melcher conocía a Charles Manson, un músico que quería conseguir un contrato que lo hiciera famoso. Mientras duró el vínculo comercial entre ambos, el productor intentó conectar al "artista" con Rudy Altobelli, quien podría ser quien convirtiera a Manson en una estrella.
Sin embargo, nada de eso ocurrió. Furioso, Manson ordenó a sus seguidores que fueran a la casa de Melcher y asesinaran a todos sus ocupantes. Ciegos, los integrantes de La Familia, mataron a Sharon y sus amigos, entre quienes no se encontraba Melcher, hijo a su vez de Doris Day. Polanski estaba aún en Europa, pese a que era inminente el nacimiento de su hijo. El cuerpo de Tate fue hallado en la sala principal de la mansión recostado sobre un charco de sangre. De su cuello salía una cuerda que la unía a Jay Sebring, tendido a poco más de un metro. Las fotos de la escena del crimen muestran el embarazo de Sharon. Tanto ella como su pequeño hijo –Paul Richard Polanski– fueron enterrados juntos.
Pero según el autor, la historia no termina allí. Sanders cree que –basado en innumerables entrevistas– en el asesinato participó un grupo satánico inglés que estaba muy activo en Los Ángeles por esos años. Este grupo, a su vez, tenía vinculación con el asesino de Robert F. Kennedy, Sirhan Bishara Sirhan. Según la información recolectada por el autor del libro, Sirhan había participado en fiestas sexuales en la mansión de Tate, donde le habría confesado datos sobre la muerte del senador norteamericano. La teoría de Sanders es que el señalado grupo satánico inglés habría contratado a Manson para que cometiera el brutal crimen e impedir que Sharon pudiera hablar sobre lo que habría escuchado.
El autor intercambió correspondencia con Manson, quien murió ayer domingo luego permanecer detenido en la prisión estatal californiana de Corcoran. En su carta, le preguntó si era verdad que por el asesinato de Sharon Tate había cobrado la suma de 25 mil dólares. El asesino se negó a responder.
* Esta nota fue originalmente publicada en Infobae en enero de 2016.
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