Renunció el jefe demócrata de Florida tras denuncia de seis mujeres

En una declaración, Stephen Bittel ofreció disculpas "a todos aquellos que se hayan sentido incómodos durante su permanencia en el cargo"

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Bittel no negó ni aceptó las denuncias de las mujeres, que aclararon que nunca habían sido tocadas de forma inapropiada por él o amenazadas
Bittel no negó ni aceptó las denuncias de las mujeres, que aclararon que nunca habían sido tocadas de forma inapropiada por él o amenazadas

Stephen Bittel, presidente del Partido Demócrata en Florida, renunció después de que seis mujeres denunciaran de forma anónima sentirse incómodas al estar a solas con él por sus comentarios y lenguaje corporal sexuales y tener en su oficina una pelota anti-estrés con forma de senos.

"Cuando mi situación personal se convierte en una distracción para nuestra misión de elegir demócratas y hacer Florida mejor, es tiempo de renunciar", expresó Bittel en una declaración en la cuenta de Twitter del partido en el estado.

"Llamé a Stephen Bittel esta mañana y le dije que el debería renunciar. Nadie debería tener que trabajar en un ambiente incómodo. El comportamiento de Bittel y la atmósfera que ha creado son inaceptables. Él debe renunciar", aseguró hoy en su cuenta de Twitter la excongresista por Florida Gwen Graham.

Graham y los otros precandidatos demócratas a la Gobernación de Florida: el alcalde de Tallahassee, Andrew Gillum; el exalcalde de Miami Beach Philip Levine y el empresario Chris King, solicitaron también su renuncia.

Las denuncias se suman a una oleada que ha afectado a políticos de ambos partidos, tras las acusaciones de acoso sexual hechas por varias mujeres contra el candidato republicano al Senado por Alabama, Roy Moore, acerca de hechos ocurridos cuando eran menores de edad.

Este jueves la periodista y modelo Leeann Tweedens acusó al senador demócrata Al Franken de "besarla a la fuerza" y agarrarle los pechos mientras dormía, una revelación por la que el legislador se disculpó y pidió que se le investigue por ello en el Comité de Ética del Senado.

Cuando Tweeden se quedó dormida en un vuelo, con el chaleco militar puesto, Franken se hizo una foto en la que le tocaba los pechos o aparentaba hacerlo, una imagen que ella vio más tarde.

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