Hay quienes tienen la fortuna de tener una piscina en el patio trasero de su casa. Otros pueden presumir de contar con un tobogán, una hamaca y hasta una casa de madera construida en la copa de un árbol. Pero son pocos los que pueden alardear tener su propia pista de trineo profesional en su hogar familiar.
Tal es el caso del hoy deportista olímpico norteamericano Tucker West, quién a los seis años y tras demostrar un entusiasmo desmedido por la vertiginosa disciplina luego de ver los Juegos de Invierno de 2002, su padre decidió alentarlo a que persiga sus sueños de una forma cuando menos, poco convencional.
Con casi 150 metros de extensión, la pista se ubica en la localidad de Ridgefield, Connecticut; parte de una mansión de 5 dormitorios y 6 salas de baño que hoy se encuentra a la venta por USD 3.5 millones. La propiedad comenzó a generar titulares inmediatamente luego de ser puesta en el mercado dado que es la única en el mundo en contar con su propia pista de trineo profesional.
"No sólo es la única pista de trineo privada ubicada en el patio trasero de una casa, sino que es una de cuatro en los EEUU que se encuentra abierta al público" compartió al periódico New York Post, Brett West, un exitoso empresario y propietario de una firma de capital privado. "Tucker la usó para convertirse hoy en un deportista olímpico" agregó, orgulloso de su vástago.
Fabricada mayormente en madera, cuenta con un sistema automático que permite mantener el hielo en perfectas condiciones para circular con un trineo aún bajo clima no favorable, además de que permite alcanzar velocidades cercanas a los 60 kilómetros por hora, con una caída vertical de más de 11 metros no apta para cardíacos.
Sin lugar a dudas, la arriesgada y costosa apuesta de West padre por encaminar el futuro de su hijo hacia el deporte profesional ha dado sus frutos. Tucker logró convertirse en el integrante más joven del equipo olímpico de trineo de los EEUU con sólo 18 años de edad, tras participar en Sochi 2014.
Hoy, ya con 22 años, el estudiante de Union College se encuentra en medio de su entrenamiento para los Juegos Olímpicos de Invierno que tendrán lugar en Pyeongchang, Corea del Sur. El deportista que comenzó a forjar su futuro en el patio trasero de su casa con sólo 6 años, tiene mucho que agradecerle a su padre por su brillante presente y el aún más prometedor futuro.
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