El atentado terrorista de Nueva York volvió a mostrar lo sencillo que es para una persona incentivada por el islamismo radical conseguir información en la web para planificar una masacre.
De acuerdo a la acusación de la fiscalía federal de Nueva York basada en la información obtenida por el FBI, uno de los teléfonos celulares del uzbeko Sayfullo Saipov contenía unas 4.000 imágenes y 90 videos, muchos de los cuales eran propaganda del Estado Islámico, incluyendo a combatientes asesinando a prisioneros o atropellándolos con tanques.
Por el eso, el Proyecto Contra el Extremismo (Counter Extremism Project, CEP), con sede en Nueva York, volvió a alertar a las compañías digitales.
"Los asesinatos de Nueva York no son sino los últimos de una triste serie de tragedias alimentadas por la presencia perversa de contenido peligroso y horrorífico online", advirtió el CEO de CEP, embajador Mark D. Wallace.
"En interés de la seguridad pública, es importante que las empresas tecnológicas se hagan responsables si se rehúsan a actuar contra el claro y conocido mal uso de sus plataformas, ya sea en lo concerniente a la intromisión rusa o a extremistas y terroristas difundiendo sus llamados a la violencia. Los ingresos crecientes de la compañías tecnológicas demuestran que cuentan con los recursos necesarios para enfrentar este desafío. Por ejemplo, las ganancias de Facebook crecieron 79 por ciento año tras año hasta los USD 4.700 millones. Ya es tiempo suficiente para que los gigantes tecnológicos coloquen en primer lugar el interés del público y nuestra seguridad", reclamó.
Desde su creación en 2014, el CEP ha documentado la presencia de material extremista online y viene abogando por su remoción de las redes.
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