El Parque Nacional de Everglades, en el sur de Florida (EEUU), ha logrado la recuperación de varias especies autóctonas como el puma, aunque ha perdido mamíferos pequeños debido a la introducción de una especie exótica invasora, la serpiente pitón, explicó su director, Pedro Ramos.
El "impacto económico se fija desde un inicio porque (en EEUU) tenemos el concepto de que los parques son parte de nuestra identidad nacional, pero que deben ser gestionados de forma sostenible con un beneficio social y económico", aseguró Ramos.
El superintendente de dos parques nacionales, el Everglades y el de Dry Tortugas, ambos en el sur de Estados Unidos, se encuentra en España para visitar los parques nacionales de Doñana, en la provincia andaluza de Huelva, y del Teide, en la isla canaria de Tenerife, con el fin de "fortalecer la relación" bilateral.
El de Dry Tortugas es un parque nacional pequeño en comparación con otros de su país, con una extensión de 261 kilómetros cuadrados, creado para proteger un archipiélago de siete islas en la boca del Golfo de México, al este del último cayo de Florida, Cayo Hueso.
La "rehidratación del parque Everglades, donde hace cien años se inició la construcción de un sistema de canales para permitir la desecación para la edificación de las urbanizaciones del este de la península de Florida, ha permitido la recuperación de las zonas de humedales", indicó Ramos.
Everglades sufrió durante décadas el problema y las consecuencias de no permitir la llegada a sus humedales del agua que les permitía funcionar como ecosistema
En Everglades hay además bosques de manglares, un "sistema que depende del agua fresca que le llegue". Los manglares "existen en los estuarios donde el agua fresca se mezcla con el agua salada y proveen un medio ambiente propicio para la reproducción de muchas especies, incluidos los manglares", según Ramos.
El proyecto de restauración de almacenamiento de agua permitirá "no solamente traer el agua natural que perdimos hace años, sino también el agua dulce y fresca que necesitan los bosques de manglares en la zona costera para su subsistencia y que se transformen en un sistema fuerte a medida que va subiendo el nivel del mar".
Además "permitirá que los manglares se transformen en sistemas fuertes para afrontar las situaciones nuevas", sostuvo el superintendente, en referencia a las últimas tormentas tropicales y huracanes que han afectado a la península de Florida.
"El animal que está en lo más alto de la cadena alimenticia y es el que mantiene el equilibrio, es el puma, que ha dado cierto balance en otras especies como los ciervos", precisó.
Sin embargo, observó, "ya no se ven mamíferos pequeños autóctonos", y en un estudio solicitado a la Academia estadounidense de Ciencia, y realizado hace tres años, "se detectó como posible causa la presencia de una especie invasora, la culebra pitón".
Sobre las consecuencias del cambio climático, Ramos señaló que "hemos estado monitoreando desde el inicio de la existencia del parque, en 1947, hay estudios del clima desde mucho antes".
Es un clima muy dinámico que ha tenido tormentas tropicales y huracanes desde siempre, manifestó Ramos, y añadió que recientemente "hemos visto el paso del huracán Irma, y nos estamos asegurando que estamos tomando las medidas adecuadas para que el ecosistema sea resiliente, para que pueda resistir tormentas, inundaciones, incendios".
“No pretendemos controlar los cambios climáticos, entendemos que van a ocurrir siempre, pero necesitamos hacer (eco)sistemas fuertes”
Respecto a la postura de rechazo del presidente estadounidense, Donald Trump, hacia el Acuerdo de París sobre el cambio climático, Ramos se limitó a señalar que desde su entrada en la Casa Blanca "hemos recibido muchísimo apoyo para fortalecer los ecosistemas para resistir los cambios que la naturaleza va a provocar".
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