El presidente Donald Trump manifestó el sábado que una transición puede comenzar muy pronto para establecer condiciones para una paz duradera en Siria ahora que el final del Califato del Estado Islámico (ISIS por sus siglas en ingles) está muy cercano con la caída de Raqa.
Estados Unidos trabaja junto a sus aliados y apoyara negociaciones diplomáticas "para poner fin a la violencia, permitir a los refugiados regresar sanos y salvos a sus hogares y elaborar u plan de transición política que honre la voluntad del pueblo sirio", declaro el presidente Trump el fin de semana en un comunicado muy difundido por la prensa arabe regional.
Según la agencia de noticias libanesas Naharnet, la declaración se produjo cuatro días después de que las fuerzas lideradas por los kurdos se desplazaran en Raqa, la capital del auto-proclamado califato de ISIS y su último gran bastión en Siria.
El presidente estadounidense confirmó oficialmente que la ciudad entera ha sido liberada del control del Estado Islámico, lo cual marcó un avance decisivo en la lucha global contra el grupo terrorista. "Con la liberación de la capital del ISIS pronto pasaremos a una nueva fase en la que apoyaremos a las fuerzas de seguridad locales, reduciremos la violencia en Siria y mejoraremos las condiciones para una paz duradera para que los terroristas no puedan amenazar nuestra seguridad colectiva nuevamente", sostuvo Donald Trump.
Desde su captura en 2014, ISIS utilizó a Raqa como base para planear y llevar a cabo ataques, incluidos los atentados suicidas del 13 de noviembre de 2015 y los tiroteos masivos en París que mataron a 130 personas.
El canciller francés, Yves Le Drian, celebró la derrota de ISIS el lunes y declaró que "los crímenes de Bataclan no han quedado impunes", refiriéndose a la sede del concierto donde los yihadistas masacraron a 90 asistentes.
Sin embargo, los más de cuatro meses de enfrentamientos han dejado a Raqa en ruinas cobrando un alto precio en vidas humanas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos calculó el número de muertos en más de 4.200, incluidos 1.130 civiles.
Se necesitará un esfuerzo masivo de reconstrucción para hacer que la ciudad vuelva a ser habitable, pero no está claro quién lo llevará a cabo. Un portavoz de las Fuerzas de Defensa sirias respaldado por EE.UU, declaró que la ciudad será entregada al Consejo Civil de Raqa una vez que se hayan completado las operaciones de limpieza. Aunque un portavoz militar francés aclaró que pasarán muchas semanas antes de que los civiles puedan regresar debido a la cantidad de artefactos explosivos que ISIS dejó en la ciudad".
La declaración de Trump no abordó si los planes estadounidenses incluyen un compromiso para reconstruir áreas recuperadas del control de ISIS fuera de Raqa. Tampoco es clara la forma en que Washington tratará con las fuerzas del presidente de Siria, Bashar Al-Assad, respaldadas por Rusia. Hasta ahora, la administración Trump se ha centrado en derrotar al ISIS, pero algunos analistas advierten que la campaña militar acelerada y poco ordenada está abriendo el camino para que Assad y sus aliados rusos e iraníes ocupen el vacío político y militar.
El futuro de Assad no fue mencionado en la declaración del presidente, Trump no habló del desplazamiento de Assad del poder como parte de una solución política negociada, un objetivo perseguido sin éxito por el ex presidente Barack Obama. Trump ya había señalado un alejamiento de ese objetivo a principios de este año cuando cerró un programa para suministrar ayuda a los rebeldes sirios.
Mientras tanto, las fuerzas del gobierno sirio conducidas por militares iraníes están comprometidas en varias ofensivas contra ISIS para limpiar los últimos bolsones que aún resisten en el desierto cerca del valle del Éufrates y hacia la frontera iraquí. El sábado, las tropas sirias y dos Brigadas de Hezbollah retomaron la ciudad de Al-Qaryatain, en la provincia de Homs, en lo que significa el último revés para ISIS y el claro afianzamiento de Hezbollah e Irán en el pais.
LEA MÁS: