El joven viajaba por una carretera en las afueras de Nueva York, Estados Unidos, cuando su auto empezó a fallar. Se detuvo para comprobar cuál era el problema y luego trató de reanudar la marcha, pero ya era tarde. El motor no volvió a prenderse.
Entonces se comunicó con su grupo de amigos y le pidió a alguno de ellos que lo fuera a buscar y lo remolcara. "Mientras esperaba que vinieran a ayudarme, decidí hacer un ridículo video de Snapchat para ellos, así me divertía un poco", contó el joven en la descripción del video que él mismo difundió por las redes, aunque sin revelar su identidad.
Lo "ridículo" que decidió hacer fue usar su auto como skate. Lo empujó hasta el comienzo de una pendiente y, una vez que empezó a tomar impulso, se paró en el borde, con la puerta abierta. Obviamente, el vehículo iba cada vez más rápido, hasta que se aproximó a una curva peligrosa.
"Comenzó como una broma estúpida, pero terminé paralizándome en lugar de reaccionar como tendría que haberlo hecho", continuó en su relato. Tuvo suerte, porque si venía un auto por la mano contraria podría haber sido una tragedia. Solo se despistó y acabó saltando antes de que el auto se estrellara al costado del camino.
"No sufrí ninguna herida grave, más allá de algunos moretones. El vehículo, claro, quedó destruido", concluyó el joven.
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