Tres días antes de comenzar su indiscriminado tiroteo sobre los asistentes a un festival de música country en Las Vegas, en el cual mató a 59 personas e hirió a más de 500, Stephen Paddock había comprado un fusil de precisión, según reveló un periódico británico el miércoles.
El asesino tenía acumuladas 23 armas en la habitación del piso 32 del hotel Mandalay Bay, muchas de las cuales disparó contra las personas. Pero el rifle Ruger American adquirido en una tienda del estado de Nevada misteriosamente no fue hallado en Las Vegas.
Según información obtenida por el periódico británico The Sun, Paddock compró el jueves por la tarde el rifle de cerrojo, es decir, que el tirador debe realizar una operación para la carga de cada proyectil, en Guns & Guitars, una tienda en Mesquite, donde el hombre vivía.
Pagó unos 600 dólares por este fusil con calibre militar 308 (7,62 x 51 mm), muy popular entre cazadores.
Luego manejó 128 kilómetros hasta Las Vegas y subió a su habitación del Mandalay Bay, donde tres días después comenzó la masacre. Extrañamente, no fue hallado por la policía en el hotel, donde había un total de 23 fusiles y pistolas, y no se sabe si la utilizó también en la masacre o la dejó en su casa, donde se hallaron otras 19 piezas.
Según Skipper, nombre provisto por uno de los vendedores de Guns & Guitars, Paddock se comportó de manera "calma y centrada" mientras adquiría el rifle, y pasó sin dificultades el chequeo de antecedentes federales que se realiza en las mismas tiendas y en 20 minutos.
Además del Ruger American, Paddock había comprado en el mismo lugar un fusil de asalto Sig Sauer 716, basado en el AR-15 y valuado en 3.500 dólares, que sí fue encontrado en la habitación del hotel.
Tras establecerse la conexión con Guns & Guitars, Skipper asegura que han recibido numerosas amenazas por haber atendido repetidas veces al asesino, en incluso por haber vendido algunas de sus armas por él.
Paddock le había puesto el ojo al Ruger American una semana antes. "Un día llegó y me dijo: '¿Te acuerdas de mí? Soy Steve Paddock'", relató Skipper a The Sun, quien en ese momento le devolvió al tirador una cierta cantidad de dinero por haber vendido una de sus armas en consignación.
"Empieza a mirar por ahí y dice '¿Oye, qué es ese rifle allí?', y apunta al Ruger, y le digo que es un 308 de cerrojo, cañón de 71 centímetros. Entonces dijo: 'No voy a comprarlo, lo pensaré'", explicó.
Algunos días después, el 28 de septiembre, Paddock volvió y se llevó el arma. "Lo pensó un tiempo, que es lo que hacen todos, investigan y vuelven. Él era un cliente habitual, e incluso vendimos uno de sus rifles. Era un tipo normal, un cliente típico. Nunca hizo nada que nos preocupara", relató Skipper.
"Si hubiera actuado de manera inusual o sospechosa, no le hubiera vendido el fusil. Hay cosas que nos entrenan para escuchar, si alguien habla como un loco. Tenemos un cuestionario. Pero Steve pasó todos los chequeos, no tenía antecedentes criminales, nadie entiende cómo pasó esto", agregó.
El domingo por la noche, Skipper estaba en un bar y vio la noticia de la masacre por televisión. Temprano el lunes recibió un llamado de un amigo que trabaja en el FBI y le preguntó por Stephen Paddock.
"Tan pronto como lo dijo lo recordé, porque acababa de venderle. Así que corrí hasta la tienda para chequear el registro. Entonces le entregué al FBI información sobre el domicilio de Paddock y los números de serie de todas las armas compradas por él en Guns & Guitars", contó.
Poco después supo que el Ruger American no estaba en el hotel, y presuntamente no fue usado en la masacre, aunque esto sí ocurrió con el Sig Sauer 716 que le habían vendido tiempo atrás.
"El tipo era un entusiasta de las armas normal, no había nada especial en él", insistió Skipper.
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