Stephen Paddock, el misterioso tirador de 64 años que mató el domingo a 58 personas e hirió a más de 500 en Las Vegas antes de suicidarse, habría estado tomando ansiolíticos por prescripción médica, según reportó la prensa local.
Los archivos del Programa de Monitoreo de Prescripciones Médicas del estado de Nevada, en Estados Unidos, muestran que Paddock había sido recetado en junio con 50 tabletas de 10 miligramos de diazepam por el doctor Steven Winkler, según consignó el periódico local Las Vegas Review Journal.
La popular droga, conocida por su marca más famosa Valium, es ampliamente utilizada en todo el mundo en tratamientos para la ansiedad, y fue comprada por el tirador en una farmacia de la cadena Walgreens en la ciudad de Reno, 550 kilómetros al noroeste de Nevada.
Paddock debía tomar una píldora al día de esta droga con efectos sedativos que puede provocar también comportamiento agresivo y cuyo abuso puede derivar en episodios psicóticos, según diversos estudios.
Sin embargo, es más probable que este efecto se presente en actos de agresión impulsivos que en ataques premeditados, como el de Las Vegas, señaló el doctor Michael First, de la Universidad de Columbia, al Review Journal.
Paddock ya había sido recetado con diazepam en 2016 por el mismo doctor Winkler, según los registros, pero aún no se conoce la razón de la prescripción o el diagnóstico sobre el tirador.
"Si alguien tiene un problema de base con la agresión y lo sedás con esta droga, puede ponerse agresivo", dijo el doctor Mel Pohl, director del Centro de Recuperación de Las Vegas, al Review Journal. "Puede deshinibir un estado emocional preexistente. Funciona como cuando algunas personas toman alcohol y se ponen agresivas en lugar de dormirse", explicó. Al respecto, el efecto del diazepam se potencia si se suma al consumo de alcohol.
Según un estudio sobre 960 adultos y adolescentes finlandeses condenados por homicidio y publicado en 2015 en la prestigiosa revista académica World Psychiatry, las chances de matar crecían un 45% en los períodos en los que eran tratados con diazepam.
Un año antes la Revista Australiana y Neozelandesa de Psiquiatría publicó un artículo titulado "Uso de benzodiazepinas y conductas agresivas" en el que los autores sostenían que existía una "asociación moderada" entre la droga y la violencia.
Numerosos asesinos en tiroteos pasados en los Estados Unidos tomaban psicofármacos, sean ansiolíticos o antidepresivos, con o sin prescripción médica, lo que ha generado un debate en ese país. Eric Harris, uno de los dos adolescentes que masacraron a sus compañeros en la escuela secundaria de Columbine en 1999, tomaba el antidepresivo Luvox. Mientras que Seung-Hui Cho, el asesino de 33 estudiantes en la Universidad de Virginia Tech en 2007, tomaba Prozac, entre otros casos.
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