Las autoridades de Estados Unidos han detenido en los últimos cuatro días a 498 inmigrantes que vivían en "ciudades santuario", aquellas que se niegan a colaborar con las autoridades federales para deportar a inmigrantes y entre las que figuran urbes tan importantes como Nueva York o Los Ángeles.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informó en un comunicado de los 498 individuos detenidos, procedentes de 42 países y que tenían antecedentes penales, pertenecían a pandillas o habían entrado irregularmente al país después de haber sido deportados en anteriores ocasiones.
Para arrestarlos, el ICE llevó a cabo una operación policial en los últimos cuatro días conocida como "Ciudad Segura" y que centró sus esfuerzos en las ciudades y condados "santuario", donde los ayuntamientos se niegan a dedicar fondos para hacer cumplir las leyes migratorias de EEUU.
En esas circunscripciones, la policía local se niega a aplicar las leyes migratorias y rechaza informar a los agentes migratorios de cuándo van a poner en libertad a un inmigrante detenido o encarcelado y que, según la ley, debería ser deportado por haber cometido un crimen.
El 18 de septiembre, en un reducido encuentro con periodistas, entre los que estaba EFE, el director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Thomas Homan, ya avisó de que iba a desplegar más agentes migratorios en las "ciudades santuario".
En un comunicado, Homan acusó a esas entidades de ser un "imán para la inmigración ilegal", pues los "coyotes" o "polleros" (traficantes de personas) están usando a las "ciudades santuario" para fomentar la idea de que existen refugios seguros en EEUU, según la perspectiva del Gobierno.
La operación policial se desarrolló en once lugares: los estados de Massachusetts e Illinois, los condados de Cook County (Illinois) y Santa Clara (California), así como las ciudades de Baltimore, Denver, Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia, Portland y Washington.
La mayor parte de las detenciones (107) se produjeron en Filadelfia, donde entre los arrestados figura por ejemplo un ciudadano de República Dominicana, que entró a EEUU de manera irregular y que había sido previamente condenado por delitos de posesión de armas.
El individuo, cuya identidad no revela el ICE, había sido puesto en libertad por las autoridades locales antes de que los agentes migratorios lo detuvieran.
De los 498 detenidos, 317 contaban con antecedentes penales, 68 tenían pendiente comparecer ante las autoridades migratorias, 18 pertenecían a pandillas y 104 habían entrado irregularmente al país después de haber sido deportados en anteriores ocasiones, según los datos del ICE.
Desde su llegada al poder el 20 de enero, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha emprendido una dura batalla contra "las ciudades santuario", a las que acusa de poner en peligro la seguridad de sus ciudadanos y a las que ha tratado de privar de fondos federales, destinados por ejemplo a mejorar el equipo policial de sus agentes.
Frente a ello, los alcaldes de las "ciudades santuario", la mayor parte demócratas, aseguran que las políticas del Gobierno son las que ponen en peligro al país, pues debilitan la cooperación entre las policías locales y las minorías hispana y afroamericana.
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