El libro de Hillary Clinton con sus memorias sobre la campaña presidencial estadounidense del 2016, en la que fue derrotada por Donald Trump, salió a la venta este martes con severas autocríticas a sus decisiones, aunque indicó que "no desaparecerá" del plano político.
La demócrata, de 69 años, se convirtió en la primera mujer en ser la candidata de uno de los dos principales partidos políticos estadounidenses y era la gran favorita para las elecciones de noviembre, aunque terminó siendo derrotada en el Colegio Electoral.
"Mis errores me queman por dentro"
En el libro, titulado Qué pasó, de 494 páginas, califica al actual presidente como incompetente, sexista y mentiroso. "Será doloroso por un tiempo", agregó, en referencia a su derrota, agregando que no pasa un día sin que piense en el resultado de noviembre.
Antidepresivos no, champagne si
¿Cómo reaccionó ante el sorpresivo triunfo del republicano? La ex primera dama contó que esperaba una victoria fácil y recibió un shock, pero se negó a tomar antidepresivos o recibir sesiones de psicoanálisis. En contraparte, contó que tomó algunas copas de champagne Chardonnay para aliviar la angustia y que buscó refugio en su familia. Además, practicó terapias de respiración alternativa y yoga.
Rusia, Sanders y el FBI
No obstante, aunque se centra como responsable de la derrota, no dejó de repasar varios factores externos que la perjudicaron, entre los que mencionó la injerencia del gobierno ruso, la cobertura de la prensa, la estrategia de su rival en la interna, Bernie Sanders, y la investigación del FBI sobre los correos de su servidor privado.
Respecto al último punto, Clinton desplegó su molestia principalmente contra James Comey, ex director de la agencia de inteligencia, quien informó sobre nuevos mails a dos semanas de la elección. "Todas las teorías sobre el resultado deben ser contrastadas con el hecho de que yo estaba ganando hasta el 28 de octubre, cuando Jim Comey inyectó los correos de regreso en la elección", argumentó.
El error que más le duele
Entre sus errores, aceptó que sus críticas a la industria del carbón y la posibilidad de dejar sin trabajo a los empleados del sector fue el error del que más se arrepiente, mientras que los discursos que dio pagados por bancos de Wall Street fueron "una mala lectura".
La debacle en el Medio Oeste
Además, respondió a las críticas que la acusaron de no tener suficiente presencia en el Medio Oeste del país. "Es posible que algunos viajes extra podrían habernos dado unos miles de votos adicionales. Pero dejemos claro, siempre supimos que era una región clave para el éxito, como lo ha sido durante décadas. Al contrario del relato popular, nunca ignoramos esos estados", aseguró.
Analistas políticos y hasta algunos programas humorísticos se burlaron de la decisión de Clinton de realizar una gira de presentación del libro en varias ciudades en las que terminó perdiendo la elección. "Es una ironía amarga", señaló un consultor demócrata sobre la decisión de visitar a votantes (o consumidores) en estados que consideró olvidados en la campaña.
Autocrítica y futuro
Clinton sí admitió que fue sorprendida en Wisconsin, donde se creía ganadora incluso hasta en las últimas horas.
"Ninguno de estos factores disminuyen la responsabilidad y el dolor que siento de haber decepcionado a todos", puntualizó. Sin embargo, dejó claro que continuará apoyando al Partido Demócrata y a sus candidatos donde pueda. "No voy a hundirme ni desaparecer", apuntó.
(Con información de AP, EFE y AFP)
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