El helicóptero de la Guardia Costera avanza y lo único que se ve abajo es destrucción. El huracán Harvey dejó a su paso cientos de casas destrozadas y rodeadas de agua en Rockport, Texas. El video, difundido en las últimas horas, es un testimonio contundente.
Los equipos de rescate del estado siguen buscando a víctimas de las inundaciones. Se espera que la cifra oficial de muertos, que por el momento son 39 personas, aumente en los próximos días.
La tormenta, ya debilitada, avanza hacia otros estados. Se espera que Harvey descargue intensos aguaceros en partes de Louisiana, Tennessee y Kentucky durante este viernes. La previsión señala que en total caerán entre 10 y 20 centímetros de agua, aunque en algunas zonas las precipitaciones podrían dejar hasta 30,5 centímetros.
En Houston, cuarta ciudad del país y epicentro del desastre, más de 200 bomberos, agentes de policía y rescatistas iniciaron el jueves una búsqueda cuadra por cuadra para dar con posibles nuevas víctimas. "No pensamos que vayamos a encontrar más personas, pero estamos preparados en caso de hacerlo", dijo el jefe de distrito del Departamento de Bomberos de Houston, James Pennington. Esta operación podría durar hasta dos semanas.
La morgue de la ciudad está casi al límite de su capacidad, 200 cuerpos. Las autoridades pidieron un camión refrigerador para almacenar más cadáveres. Algunos de los muertos están relacionados con la tormenta, aunque no todos. Se han acumulado en la morgue porque las funerarias y otros negocios del sector tuvieron que cerrar por las inundaciones.
Por otro lado, tras las explosiones registradas en una planta química que quedó anegada tras el paso de Harvey, surgieron dudas sobre la adecuada preparación de la industria para este tipo de situaciones. Los propietarios de la factoría en Crosby, Texas, dijeron el jueves que podrían registrarse nuevos estallidos ya que los inestables químicos empleados en productos como plásticos y pinturas se calentaron y degradaron tras fallos en el suministro eléctrico y en el sistema de refrigeración.
Además, se reportaron vertidos y episodios de contaminación atmosférica por la caída de tanques de almacenamiento de combustible, varias refinerías cerraron y al menos un oleoducto sufrió una rotura. En los seis condados afectados hay unas 230 plantas químicas, 33 refinerías de petróleo y cientos de kilómetros de tuberías que transportan materiales peligrosos, según información de la Comisión de Calidad Medioambiental de Texas y Sierra Club.
(Con información de AP)
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