Por primera vez en la historia de ese estado del sur de los Estados Unidos, Florida se apresta aejecutar el próximo 24 de agosto a un supremacista blanco condenado por haber asesinado a un afroamericano y a un travesti en Jacksonville en 1987. Pero además, lo hará utilizando algo inédito hasta ahora en ese país: un fármaco de tres tiempos nunca antes utilizado.
Mark James Asay, de 53 años, fue hallado culpable en 1988 de dos crímenes y desde entonces espera ser sometido a la inyección letal. Una corte de Florida determinó que el hombre -de ideología neonazi y portador de tatuajes de simbología fascista- había asesinado a Robert Booker y a Robert McDowell. Al primero de ellos le disparó luego de insultarlo con palabras racistas.
McDowell, en cambio, fue asesinado por Asay luego de que le practicara sexo oral a cambio de dinero. De origen hispano -era conocido en su vecindario como Reneé Torres-, en un principio la justicia estatal creyó que era afroamericano. Luego enmendó el error. Según el supremacista, su víctima lo había estafado con dinero tras un intercambio de drogas. El jurado lo encontró culpable de ambos delitos y recomendó la pena capital.
El mes pasado, la Corte Suprema de Florida rechazó una apelación de Asay y señaló que debía ser ejecutado bajo un nuevo procedimiento. El estado utilizará etomidato, un anestésico que jamás fue utilizado. Para asegurarse de que Asay muera en la sala de ejecuciones, se reforzará la dosis con otras dos inyecciones, consignó Palm Beach Post.
La sentencia de muerte del asesino fue firmada por el gobernador Rick Scott en enero de 2016, pero fue suspendida luego de que la Corte Suprema de los Estados Unidos indicara que las ejecuciones en Florida eran inconstitucionales.
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