"Esto no se detiene, hombre. No se detiene". Breon Hollings lo repetía una y otra vez mientras mostraba los billetes a la cámara y sonreía extasiado.
Estaba transmitiendo en vivo a través de Facebook Live. Como muchos criminales de poca monta, pretendía jactarse de su poder ante sus amigos y potenciales rivales.
Pero la película le salió muy mal. Al poco de comenzar la transmisión escuchó una voz propalada por un megáfono desde la puerta de su casa, en Jacksonville, Florida.
"Esta es la Oficina del Sheriff de Jacksonville. Tenemos una orden de allanamiento", dijo el agente. Inmediatamente forzaron la puerta, arrojaron granadas de humo y redujeron a Hollings.
Los policías, que se cruzaron ante la cámara mientras registraban los distintos cuartos, encontraron crack, drogas sintéticas, adminículos para consumir distintas sustancias, una escopeta no declarada y municiones. El narco de 22 años fue arrestado en el momento.
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