Filas para obtener el pase de abordo, filas para cruzar los puntos de seguridad, filas para subir al avión. El malhumor que causa estar en un aeropuerto será una historia del pasado, según la empresa Tascent, de California, que desde enero produce un dispositivo de legitimación biométrica capaz de identificar a una persona con una exactitud de más del 99% en los dos segundos de escaneo del iris de su ojo.
El módulo de poco más de medio metro (dos pies) se llama InSight One y es más que "una solución de seguridad", según la página de la empresa. "Se trata de conveniencia, personalización y eficacia".
Sin embargo, para las autoridades aeroportuarias la seguridad es un factor muy importante: por ahora sólo 20 aeropuertos de los Estados Unidos utilizan una tecnología similar, Clear, y unos 180 participan del programa PreCheck de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), las únicas formas de evitar las esperas y la separación de zapatos, líquidos y electrónicos.
El escáner de Tascent —que puede combinar otros factores biométricos, como el reconocimiento facial y las huellas digitales— se utiliza en uno de los aeropuertos de Londres, el de Gatwick, y en los de Dubai y Singapur, pero sólo para ciertas actividades de chequeo. La empresa de California imagina un porvenir en el que una persona que ingresa a un aeropuerto realiza todas las actividades, desde elegir asientos en su vuelto hasta pasar por migraciones, sin otro elemento que ella misma.
Las autoridades y las aerolíneas emplean muchísimo tiempo en el proceso de identificar a las personas, verificar sus documentos, confirmar que boarding pass y pasaporte coincidan. La tecnología puede ofrecer soluciones verificables.
El CEO de Tascent, Dean Senner, explicó en el sitio de la compañía: "Hemos visto una demanda nueva y sin precedentes de autenticación biométrica, por el aumento de los viajes internacionales, la necesidad de brindar servicios sólidos en salud, finanzas y administración pública y la unión de nuestro mundo digital y nuestro mundo físico". Auguró que el impacto de InSight One —que se puede integrar a escritorios, puestos de autoservicios y puertas, y escanea a una persona a una distancia de medio a un metro (20 a 40 pulgadas)— será "profundo".
El uso del enorme volumen de datos sensibles que implica la identificación biométrica ha despertado críticas a la seguridad de los productos de Tascent. En primer lugar, advirtieron, nadie estará obligado a facilitar sus datos: un viajero tendrá que darle permiso a las aerolíneas o a las autoridades de seguridad para que accedan a sus registros individuales. Además, por la misma naturaleza de su misión, el sistema de InSight One posee software para frustrar a hackers e impostores. Y, por supuesto, los datos se guardan encriptados.
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