(Informe de Noticiero Telemundo 51)
A un año de la visita del entonces presidente estadounidense Barack Obama, el pasado 20 de marzo de 2016, los cubanos que viven dentro y fuera de la Isla continúan centrando sus expectativas por el cambio en la intervención o la ayuda del gobierno de los Estados Unidos.
Aunque La Habana se empeñe en ocultar una cierta dependencia económica de su enemigo histórico, el hecho de que el 90% de las remesas de la Isla provienen de EEUU desmiente esta intención. A su vez, los caribeños continúan centrando sus anhelos en el Norte, por lo que tan solo en 2016 más de 44 mil personas emigraron a Estados Unidos, cifra 5 veces mayor que la del 2011.
A lo que muchos consideraron un suceso histórico, por convertirse en la primera visita a Cuba de un mandatario estadounidense en funciones después de la implantación del castrismo en 1959, quedó sencillamente en el mero viaje de la familia Obama a la Isla, y algunos intercambios con personas seleccionadas por el régimen cubano.
Más allá de algunas acciones ejecutivas para flexibilizar el embargo y facilitar el comercio y las inversiones, así como el aumento del número de aerolíneas que vuelan a Cuba, las relaciones entre ambos gobiernos continúan estancadas. Por su parte, el gobierno del nuevo presidente Donald Trump ha manifestado intención en revisar las políticas actuales que rigen las relaciones entre EEUU y la Isla.
Los congresistas de la Florida, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart criticaron la política fracasada de Obama, gobierno bajo el cual aumentó la violación de los derechos humanos en Cuba, los arrestos arbitrarios y la migración masiva de personas, según trascendió en una rueda de prensa efectuada en Miami, en el marco del segundo aniversario del restablecimiento de relaciones entre ambos países.
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