El ex presidente de los Estados Unidos George W. Bush se ha ubicado en los primeros puestos de los libros más vendidos en Amazon por Portraits of Courage (Retratos del coraje), 192 páginas de sus óleos de ex combatientes del ejército, la marina y la aeronáutica que fueron heridos en combate durante las guerras que se iniciaron durante su gobierno. Desde que dejó la Casa Blanca Bush hijo se ha dedicado a distintos proyectos creativos: primero escribió una memoria de sus días en el poder (Decision Points, Encrucijadas) y luego un libro sobre el primer Bush presidente, George H.W. Bush, 41: Un retrato de mi padre. "Luego de la presidencia, comencé a sentirme inquieto —explicó en una entrevista para la revista Time—. Necesitaba otro proyecto. Me recomendaron que leyera La pintura como pasatiempo, de Winston Churchill, y eso me suscitó interés".
A cada obra acompaña un texto escrito por Bush sobre cada veterano: cómo hizo para sobrellevar la adversidad y recuperarse. "Los caminos no son rectos, y el libro de Bush, en palabras y en imágenes, es un desafío y una hoja de ruta para cualquiera que atraviesa dificultades", escribió el periodista Michael Duffy en su introducción al diálogo con el ex mandatario.
"Cuando era niño y cuando era presidente realmente no me interesaba tanto el arte", le dijo Bush. "Se diría que era un agnóstico artístico, para pesar de Laura". Pero al leer el libro de Churchill encontró en la pintura "una oportunidad para seguir aprendiendo". Luego de años de vivir "realmente ocupado" en Washington, DC, "necesité hacer más".
Se descubrió admirador del artista británico Lucian Freud, "aunque nuestros temas se distancian un poco". También de Wayne Thiebaud, Claude Monet y Joaquín Sorolla. Y valoró el financiamiento público de la enseñanza de la pintura: "Actualmente soy un artista sensible, no un funcionario de gobierno, pero diría que la educación en las artes es realmente importante", dijo a Time. "La buena noticia es que, aun si a uno no le interesa o no aprendió sobre arte en su juventud, soy la prueba de que se puede comenzar a los 70 años".
Ya había hecho retratos de líderes mundiales, cuando su profesor, Sedrick Huckaby, le recomendó que pintara a personas a las que conociera bien pero no fueran públicamente conocidas, para que pudiera expresar su mirada. "Instantáneamente me di cuenta de que debía pintar a esos guerreros heridos que había llegado a conocer. Había jugado al golf o andado en bicicleta de montaña con la mayoría, a partir de los eventos que realizamos para ellos en el Centro Bush. Conocí a algunos mejor que a otros, por supuesto, pero me sentí igualmente conmovido por sus historias".
Bush pinta casi todos los días. Tiene estudios en las dos casas entre las que se mueve regularmente: la de Dallas, en Texas, y la de Kennebunkport, en Maine. Ha tenido —en sus palabras— una evolución natural de los acrílicos al óleo, que es lo que prefiere y ha elegido para sus proyectos futuros.
"Las obras de Retratos del coraje en grandes lienzos fueron más difíciles de pintar que aquellas que aquellos rostros más recortados", distinguió ante Duffy. Pero inclusive en los retratos más cercanos, los ojos le demandaron gran trabajo. "Todas las pinturas, sin embargo, fueron un desafío. Con mi talento limitado quise hacer justicia a mis personajes, gente destacable que se sacrificó por nuestro país".
Bush desea que su libro muestre que esos veteranos no tienen un ápice de auto-compasión. "Espero que inspire a nuestros ciudadanos para que superen sus propias luchas, sean las que sean. Espero que los veteranos comprendan que es valiente hablar sobre sus lesiones, incluidas las heridas invisibles de la guerra como el estrés post-traumático".
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