En octubre pasado, Summer Zervos se presentó para acusar a Donald Trump de besar y tocarla de modo inapropiado en 2007 durante una entrevista de trabajo. Luego de que el presidente electo de EEUU negara las acusaciones, la abogada de Zervos, Gloria Allred, exigió al magnate una retractación y, como no se ha emitido ninguna, declaró que "el tiempo ha terminado".
"Me gustaría que el presidente electo decida que va a hacer lo correcto", dijo Allred en una conferencia de prensa en Los Ángeles. "Si simplemente se retracta de sus declaraciones y reconoce su conducta con la señora Zervos, ella desestimará el caso".
Junto a otras mujeres, Zervos acusó públicamente a Trump el 14 de octubre pasado por mala conducta sexual. Por su parte, la vocera de Trump, Hope Hicks, hizo una declaración en la que negó la situación. "Más de lo mismo de Gloria Allred. No hay verdad en esta historia absurda", refirió Hicks.
Gloria Allred ha confesado que intenta poner a Trump en una situación activa sobre el incidente y la demanda, donde tendría que testificar bajo juramento. Además, se buscarían "extracciones de las palabras registradas de Trump" en The Apprentice.
La representante legal de Zervos afirma que la difamación era "perjudicial para la reputación, el honor y la dignidad de la señora Zervos", pero no pone una cifra monetaria en daños compensatorios o punitivos.
Refiriéndose a la valentía de su representada al sacar el asunto a sólo tres días de que Donald Trump asuma como presidente de los EEUU, la abogada confesó: "Se necesita mucho coraje para demandar al hombre más poderoso del planeta".