Alejandro Vigilante, el artista argentino que revoluciona las redes y al Partido Demócrata

En apenas unas horas su reciente cuadro en apoyo a Hillary Clinton provocó un fuerte impacto en Twitter. La historia del artista que casi pierde la vida en los atentados del 11 de septiembre

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Alejandro hizo lo que siempre: arte. Preocupado por la posibilidad de que Donald Trump llegue a la presidencia de Estados Unidos, decidió realizar un cuadro de la candidata demócrata Hillary Clinton para instar a los norteamericanos a votar a la ex secretaria de Estado. El artista argentino de 51 años, que supo trabajar para grandes estrellas como Emilio y Gloria Stefan, y Oliver Stone, entre otros, nunca imaginó la revolución que generaría su trabajo. Tanto, que hasta fue contactado por el Partido Demócrata. Apenas horas antes del segundo debate presidencial.

"Lo hice por mi cuenta porque no quiero a Donald Trump; es una amenaza mundial. Me da pánico", comentó Vigilante, en diálogo con Infobae, desde Miami.

Con más de tres millones y medio de seguidores en Twitter, el artista que arribó a Estados Unidos en 1995 ya conoce de trabajos que se viralizan por las redes. Pero en este caso su obra llamó la atención de los demócratas, que buscan de la mano de Clinton permanecer en la Casa Blanca.

Alejandro Vigilante nació en Buenos
Alejandro Vigilante nació en Buenos Aires, y se radicó en Estados Unidos en 1995

"Se me ocurrió hacer un cuadro de Hillary con la bandera y el mapa de Estados Unidos, y poner 'Vote por Hillary", señaló. Y agregó: "Fue un llamado a que la voten".

Entre los miles de usuarios que se contactaron con él, uno pertenecía al Partido Demócrata –aunque no recuerda el nombre-: "Me pidieron que retuiteara cosas del debate".

Pero no es la primera vez que el argentino realiza trabajos con tinte político. "Hace poco hice un cuadro negativo sobre Trump, pero no prosperó". Tampoco es la primera vez que manifiesta su apoyo a Hillary Clinton. En las elecciones de 2008, cuando la ex secretaria de Estado competía en la interna demócrata contra Barack Obama, Vigilante hizo un cuadro de Hillary. "Pero en ese momento Twitter no era lo que es hoy", reconoció.

En 2015, en tanto, decidió realizar una obra de Mauricio Macri, quien luego se proclamó presidente de Argentina, luego de 12 años de gobierno kirchnerista.

Esta obra de Hillary Clinton
Esta obra de Hillary Clinton se viralizó en pocos minutos

Sin embargo, el artista no sólo centra sus trabajos en la política. En su haber cuenta con obras de las más diversas. En Nueva York diseñó las paredes y los techos de la famosa joyería Tiffany, en la Quinta Avenida, y también fue el responsable de los muros del Hotel Marriott, ubicado frente a las Torres Gemelas.

Pero en los últimos años comprendió el poder de impacto de Internet y las redes sociales, y no dudó en adaptar su arte a esa revolución: "Empecé a pintar todo lo que pasaba en Internet".

"Soy un artista pop. Pinto pop americano. Estoy muy metido en las redes", explicó el argentino, al tiempo que consideró que "no hay nada más pop que Internet".

Contó, además, que los trabajos los realiza por su cuenta. Algunos cobran trascendencia, y otros no tanto. "Las redes son mágicas. Twitter es un mundo oculto. Todo lo hago por mi cuenta". Lo que sí es un hecho, es que este tipo de obras se han convertido "en una marca".

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"Sentí que me moría". Su maratónica vida en Estados Unidos lo llevó a presencia en primera persona el episodio que marcó un antes y un después de la historia contemporánea.

Alejandro fue contratado por una empresa rusa para diseñar los muros del Hotel Marriott, frente a las Torres Gemelas. Por esos caprichos del destino, el 11 de septiembre de 2001 era su primer día de trabajo en ese lujoso hotel.

"Acababa de llegar a Nueva York. Cuando salí del subte ya había una torre destruida", relató.

Luego se produjo el segundo impacto y un "tsunami de humo" se apoderó de las calles neoyorquinas.

"Había un auto en la calle sin seguro. Nos metimos con un amigo y tres policías". En el interior del vehículo  encontró una cámara de fotos Polaroid y un Corán.

"Pensé que me moría de verdad", concluyó.

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