El pasado jueves, de pie junto al estrado de la Corte Penal de Leighton en Chicago, Karl Smith hizo una admisión impactante. "Estoy aquí para confesar un crimen que cometí del cual él fue erróneamente acusado", le dijo al juez. "Él" no era cualquier otro. Era el hermano gemelo de Smith.
Kevin Dugar, el hermano en cuestión, ha estado en prisión desde 2003. Los hombres tienen diferente apellido porque Smith decidió cambiarlo por el de su madre, de acuerdo al Chicago Tribune. La conmocionante admisión, que provocó que Dugar rompiera en lágrimas, estuvo llena de emoción, pero las autoridades no están convencidas.
También preso, Smith cumple una sentencia de 99 años de cárcel por haber sido hallado culpable de un robo armado que tuvo como resultado que un niño de 6 años fuera alcanzado por un disparo. Recientemente apeló la condena, pero le fue denegada, lo que significa en que no tiene nada que perder en admitir también el crimen de su hermano y así asegurarse la libertad de su allegado.
"No tiene nada que perder", le dijo la asistente del fiscal de estado Carol Rogala al juez Vincent Gaughan. Ninguna parte de la confesión de Smith "concuerda con los testigos independientes de lo que ocurrió".
Al crecer, el comportamiento de los hombres era como el de "una persona", compartiendo medias, zapatos y hasta comida. Aún ahora, los hermanos lucen tan idénticos que sólo pueden ser identificados con su atuendo de prisión. Para cuando ya habían crecido, ya eran activos delincuentes que vendían drogas y se hacía pasar el uno por el otro.
"Nosotros actuábamos como uno", le explicó Smith a la corte. "Donde yo estaba, él estaba, actuando como el otro. Él pretendía ser yo, y yo pretendía ser él".
Smith testificó que nunca admitió el asesinato de Antwan Carter de 2003, ni aún cuando su hermano había sido acusado del crimen y se estaba preparando para el juicio. No fue hasta hace tres años que le escribió una carta a su hermano admitiendo el delito.
"Tenía que sacarlo de mi pecho antes de que me matara", le escribió, de acuerdo con el Tribune. "Así me limpiaré y rezaré para que puedas perdonarme… soy el que disparó y mató a esos dos en Sheridan esa noche". "La razón por la que no dije nada en aquel entonces fue porque no encontré ni pude hallar las fuerzas para hacerlo", escribió en una segunda carta. Smith firmó la confesión en 2014.
Si un juez decide que la historia es creíble, su hermano podría recibir un nuevo juicio por el asesinato del jovencito hace 13 años, que tuvo lugar en el North Side de Chicago.
Hay una sola persona que no tiene dudas de que ambos están diciendo la verdad: su madre. "No mentiría sobre algo así", concluyó Judy Dugar.
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