Cada vez que la marea subía, tapaba su señal. Era imposible de eludirla. Al bajar el agua, volvían a realizar el dibujo. ¿Deberían escribir las tres letras más grandes aún? Lo intentaron. Una y otra vez durante siete interminables días. "S.O.S.". El idioma universal permitiría hacer entender que allí, en una perdida isla del Océano Pacífico, estaban implorando por ayuda.
Linus y Sabina Jack, ambos de alrededor de 50 años, se habían internado el pasado 17 de agosto en el mar en su precario bote desde la Isla de Weno, Micronesia. Habían calculado que su viaje no duraría mucho, por lo que creyeron que no necesitarían alimentos ni bebidas. Su destino era la Isla de Tamatam y el recorrido les demandaría un día de navegación. Sin embargo, nunca llegaron a su meta y de inmediato se lanzó una búsqueda.
Durante días, la Guardia Costera del Distrito 14 -Hawaii, Guam, Samoa Americana y Saipan- registraron 44 mil kilómetros cuadrados. Utilizaron todas las herramientas a su alcance y pusieron en alerta a otras agencias de rescate que actúan coordinadamente. Pero los quince barcos y los dos helicópteros utilizados para hallar a los náufragos no tuvieron suerte y terminaron con las búsquedas.
Jennifer Conklin, la responsable de los equipos de rescate del Centro de Comando de la Guardia Costera en Honololu indicó: "El Distrito 14 cubre un área de responsabilidad de 31 millones de kilómetros cuadrados, un área que casi duplica el tamaño de Rusia. A veces estamos a miles de millas de distancia de aquellos que necesitan ayuda y por eso las alianzas con la Marina, otras organizaciones de búsqueda y rescate, las demás naciones del Pacífico son esenciales".
Pero el miércoles, más de una semana después de que los Jack habían partido desde Weno y ya con pocas esperanzas de encontrarlos con vida, los servicios de costa vieron unas tenues luces provenientes de una isla inhabitada. Una isla desierta. Al día siguiente, un helicóptero voló hacia el lugar. La inscripción en la arena era elocuente y bien grande: "SOS". Al lado pudieron ver un pequeño bote y a dos personas desesperadas moviendo sus brazos.
El jueves pasado, la Embajada de los Estados Unidos en Kolonia, Micronesia, publicó en Facebook: "La búsqueda y el rescate de Linus y Sabina Jack fueron completados exitosamente. Fueron encontrados y están esperando un buque para que los lleve a casa".