"Alabado sea Dios, y las oraciones así como la paz sean con el profeta de Dios (en árabe). Quiero que usted sepa que estoy en Orlando y yo hice los disparos". Ésta es apenas una parte del escalofriante diálogo entre Omar Mateen, autor de la masacre de Orlando, y el departamento de Policía de esa ciudad estadounidense ubicada en el estado de Florida.
El extracto telefónico fue revelado este lunes en el sitio web del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), y corresponde a la conversación que Mateen mantuvo con la operadora del Departamento de Policía de Orlando mientras cometía el asesinato de 49 personas dentro de la discoteca gay Pulse, tras lo cual terminó muerto como consecuencia de una balacera con los agentes de la fuerza de seguridad.
Durante la masacre, Mateen, además, amenazó con poner explosivos en cuatro personas que permanecían secuestradas en el local nocturno, según las transcripciones de las conversaciones telefónicas que mantuvo la Policía reveladas este lunes.
Mateen aseguró también que tenía un "chaleco" como el "utilizado en Francia", en referencia a los atentados yihadistas de París de noviembre de 2015.
El FBI informó que mientras algunos rehenes estaban siendo liberados, Mateen dijo que iba a poner "cuatro chalecos con bombas" a algunos rehenes durante los siguientes 15 minutos.
Durante sus conversaciones con la Policía, el responsable de la peor masacre cometida con armas de fuego en la historia de los Estados Unidos se identificó como "soldado islámico" y juró lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS).
Las tres conversaciones entre Mateen y los negociadores de la Policía de Orlando duraron, en total, 28 minutos. Las autoridades intentaron ponerse en contacto con él posteriormente, aunque sin éxito.
Durante estas negociaciones telefónicas, el asesino aseguró, además, que en los "próximos días" se iban a registrar "más de este tipo de acciones".
En la rueda de prensa llevada a cabo en Orlando, el agente especial del FBI Ron Hopper dijo que en estos momentos no existe "alguna evidencia de que (Mateen) estuviera relacionado con grupos terroristas islámicos".
Hopper aseguró que Mateen llamó "premeditadamente" al teléfono de emergencias 911 de "manera relajada y calmada".
Por su parte, el jefe de Policía de Orlando, John Mina, aseguró que las muertes ocurridas en la discoteca fueron producto de los disparos del "sospechoso y sólo del sospechoso", rechazando así que alguna de la víctimas fatales pudieran haberse producido por parte de los agentes que participaron en la operación.
Mateen, quien era un ciudadano estadounidense de 29 años de origen afgano, entró a Pulse con un fusil de asalto y una pistola, en una masacre en la que murieron 50 personas, incluido el autor de la matanza, y en la que resultaron heridas otras 53.