“Los expertos alaban los méritos de la democracia china”, rezaba un titular de uno de los periódicos estatales chinos del año pasado. “Occidente, adicto a la guerra, debe dejar de soñar con dominar el mundo por la fuerza”, decía otro. La propaganda del Partido Comunista no es muy sutil ni precisa (China no celebra muchas elecciones y apoya tácitamente la invasión no provocada de Ucrania por Rusia). Pero cuando se dirige a extranjeros, el mensaje chino es sorprendentemente eficaz, según sugiere un nuevo estudio realizado por politólogos de Harvard, Yale y la Universidad de Groningen (Países Bajos).
Los autores encuestaron a unos 6.000 ciudadanos de 19 países. Los participantes se dividieron en cuatro grupos. Al primero se le mostró propaganda china, al segundo mensajes del gobierno estadounidense, al tercero un poco de ambos y al cuarto un grupo placebo. Antes y después del visionado, se preguntó a los participantes sobre los modelos económico y político de Estados Unidos y China.
El apoyo al modelo chino aumentó sustancialmente entre los que vieron los medios estatales chinos. Al final del estudio, la mayoría de las personas que vieron esos mensajes dijeron que preferían la forma de gobierno de China a la de Estados Unidos. La propaganda estadounidense también tuvo un impacto, pero menor. En el grupo que vio videos de ambos países, la gente se decantó por China.
Los videos chinos no parecen haber convencido a la gente de que el país sea democrático. Pero reforzaron la percepción de que el Partido Comunista ofrece crecimiento, estabilidad y un liderazgo competente. En una “era de retrocesos democráticos”, el público concede gran importancia a estos factores a la hora de evaluar los sistemas políticos, afirman los investigadores. El estudio se realizó antes de que una reciente ola de covid-19 matara a cientos de miles de personas en China.
Según las estimaciones, el Presidente Xi Jinping da a sus propagandistas entre 7.000 y 10.000 millones de dólares al año para “contar bien la historia de China”. Gran parte de este esfuerzo corresponde a China Global Television Network (CGTN), la empresa estatal de medios de comunicación que está detrás de los vídeos utilizados en el estudio. Cuenta con decenas de oficinas en el extranjero que emiten en cinco idiomas.
El estudio demostró que los vídeos de CGTN eran especialmente persuasivos entre el público de África y Sudamérica, dos lugares donde se están intensificando los esfuerzos de los medios estatales chinos. Según los sondeos anuales de la encuestadora británica YouGov y la Universidad de Cambridge, el apoyo a China es cada vez mayor en países como Egipto, Kenia, Nigeria y México.
Lo contrario ocurre en Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos, donde es fácil desestimar la propaganda china. El año pasado, Xinhua, la agencia estatal de noticias china, produjo un vídeo de imitación de James Bond en el que se burlaba de la agencia de espionaje británica, MI6. Gracias por la “publicidad gratuita”, respondió el jefe del MI6 en Londres. Pero el mensaje de China parece estar resonando en otros lugares.
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