Francia ya le había marcado cuatro goles a Croacia y esperaba recibir la Copa del Mundo para alzarla por segunda vez en su historia cuando una intensa lluvia invadió el Estadio Olímpico Luzhnikí.
En el pasillo de personas que debían entregar las medallas a los campeones y subcampeones del Mundial se encontraban Gianni Infantino, presidente de la FIFA, Emmanuel Macron, presidente de Francia y Kolinda Grabar–Kitarović, presidente Croacia, entre otros dirigentes.
Lo curioso fue que el único que recibió protección de la torrencial lluvia fue el máximo funcionario del gobierno ruso, quien tuvo detrás a un hombre con paraguas que lo amparó de la tormenta.
Las imágenes de Putin con paraguas mientras el resto de los dirigentes y funcionarios se mojaba se hizo viral y las redes sociales estallaron de risa.
Putin había estado presente en el partido inaugural, que fue triunfo por 5-0 de del seleccionado ruso ante Arabia Saudita, y vivió la final desde un palco junto a Infantino, Macron y Grabar-Kitarović, quienes vivieron el histórico encuentro con pasión.
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