No hay palabras para describir la magnífica labor que está llevando a cabo Croacia, que se cargó a la Argentina en la fase de grupos y no tuvo problemas con Nigeria e Islandia. Luego pudo haber sentenciado a Dinamarca en los octavos durante el tiempo suplementario, pero los penales lo llevaron a la siguiente ronda. Y en cuartos también tuvo la suerte de su lado, nada menos que ante el anfitrión Rusia.
Pese a que sus futbolistas estuvieron extenuados por los 240 minutos de las rondas anteriores y la tensión de los penales, los muchachos de Zlatko Dalic se llevaron por delante a Inglaterra en semifinales y se impusieron en el tiempo extra. E Ivan Rakitic fue uno de los grandes responsables: su despliegue fue oxígeno constante para un mediocampo que lo requería.
Lo que no había salido a la luz es que el jugador del Barcelona no la había pasado nada bien durante la noche previa. "Estuve tendido sobre la cama, intentando reunir las fuerzas suficientes para no perderme el encuentro", confesó Rakitic, que tuvo 39 grados de fiebre antes de salir a la cancha y además perdió 4 kilos.
El campo de juego del estadio Luzhnikí de Moscú y la tecnología fueron testigos de los 14 kilómetros recorridos durante los 120 minutos disputados frente a los británicos. Una loca estadística, teniendo en cuenta su estado de salud a horas de un duelo tan definitorio.
Rakitic aseguró que valió la pena y declaró: "Jugaría la final sin una pierna si hiciera falta".
Este domingo en la capital rusa, Croacia se medirá con Francia y buscará hacer historia. Rakitic, una fija en el equipo balcánico, puede convertirse en el futbolista que más partidos disputó esta temporada en Europa: con 71, superaría al brasileño Willian por uno.
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