A pesar de que por la simple condición de anfitrión siempre se espera una buena campaña del equipo que acobija a la Copa del Mundo, las expectativas para Rusia en el ambiente del fútbol no eran altas. Los magros resultados en la etapa previa a la competición (siete partidos sin triunfos) no auguraban un gran futuro en su Mundial.
Sin embargo, la realidad actual, ya en instancias de cuartos de final, muestra un presente totalmente opuesto al esperado. Tras dejar en el camino a España, el seleccionado local se prepara para enfrentar a su par de Croacia con la esperanza intacta de obtener el pase a semifinales. Y mucho de ello está explicado en la tarea de Stanislav Cherchesov, el DT del organizador.
Cherchesov es quizá la principal figura de un equipo que no cuenta con un plantel de futbolistas destacados a nivel internacional. Es el comandante de la gran campaña que mantiene en vilo al pueblo ruso. Recio, siempre con gesto adusto, se transformó además en uno de los personajes de la cita mundialista. Distinguido principalmente por su bigote que lo identifica, hinchas propios y ajenos, y hasta presentadores de TV utilizan uno postizo a modo de homenaje.
Antes de ser a los 54 años tratado como un héroe, también se destacó como jugador. Era portero. Desde su debut en 1981, defendió los colores del Spartak Ordzhonikidze, el Spartak de Moscú, el Lokomotiv, el Dynamo Dresden de Alemania y el FC Tirol Innsbruck de Austria. También se calzó el buzo de los seleccionados de la Unión Soviética, la Comunidad de Estados Independientes y de Rusia, hasta su retiro en 2002.
Ya como entrenador dirigió en clubes de su país, de Austria y de Polonia. Ésta es su primera experiencia como director técnico de un seleccionado. Cuentan que sus características de trabajo son el fuerte temperamento y la rigurosidad. Con el orden y la disciplina táctica supo manejar los recursos limitados para maniatar al seleccionado español durante 120 minutos, antes de vencerlo en la tanda de penales.
De aspecto duro y semblante inmutable, durante este tiempo el DT evidenció una faceta muy diferente, distendida. En la previa al debut contra Arabia Saudita llegó a bromear con un periodista británico: "Oh, ¿eres James Bond?", le dijo al reportero de prensa que antes se había presentado como James Dodd. En consecuencia, el sitio Independent pasó lo bautizó rápidamente como "el Villano de James Bond".
Pero, al menos al desenvolverse ante la prensa, ofrece una imagen más afable que la de los peligrosos enemigos del famoso detective de las películas. Recientemente, en otra rueda ante los medios, le regaló una camiseta firmada por sus jugadores a un voluntario mundialista originario de Perú, que había pronosticado que la Sbornaya iba a llegar lejos en el torneo.
De la mano de Cherchesov, Rusia aguarda el compromiso frente a Croacia para continuar alimentando el sueño de, en principio, igualar la mejor marca mundialista del país: llegó a semifinales en Inglaterra 1966 (era URSS). Será el próximo sábado, en el estadio Fisht de la ciudad de Sochi.
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