Tite, entrenador de Brasil, dio una notable muestra de liderazgo al proteger a la estrella de su equipo, Neymar, frente a lo que podría haber sido una polémica respuesta con fuerte repercusión tras la desafiante pregunta de un periodista que le transmitió las fuertes críticas del entrenador de México, Juan Carlos Osorio, luego del partido de octavos de final que ganó el Scratch para clasificarse a cuartos del Mundial Rusia 2018.
"Él dijo que el arbitraje favoreció a Brasil. Protegió a los jugadores brasileros, que buscaron las faltas, que fue una vergüenza parar el partido por cuatro minutos. Hizo una referencia al pisotón que recibiste, todo el mundo vio la repetición. Se vio que el jugador mexicano fue con maldad. Osorio dijo también que el fútbol es un juego para hombres, etcétera. ¿Qué opinas sobre esta declaración?", preguntó el periodista en busca de una posible fricción entre el jugador y el entrenador del Tri.
Fue en ese momento cuando Tite, sentado a su lado, le tomó el brazo derecho en claro signo de tomar él el control de la escena y así impedir que Neymar entrara en el juego que le habían propuesto: "Las jerarquías se tiene que mantener. El técnico habla con el técnico. El jugador habla con el jugador. La dirigencia habla con la dirigencia. Después te respondo esa pregunta", dijo el entrenador de Brasil y desactivó toda polémica por parte de su jugador, criticado fuertemente por sus supuestas simulaciones en lo que va del Mundial.
Efectivamente, Juan Carlos Osorio había criticado con dureza a Neymar tras el Brasil 2 – México 1 de octavos de final del Mundial Rusia 2018: "Es una vergüenza para el fútbol que se pierda tanto tiempo con un solo jugador. Esto es un juego de hombres, como se juega en otros deportes y no con tanta payasada".
El técnico también consideró que "el arbitraje estuvo completamente a favor de Brasil", y en este sentido agregó: "Ganamos la posesión con un 53% a 47%, controlamos el juego. La pérdida de la vehemencia en nuestro juego del primer tiempo tuvo que ver con el arbitraje, fue muy sesgado y los jugadores se cansaron de eso. Se paró el juego por demasiadas faltas falsas".
Consideró, por último, que "una vez se perdieron cuatro minutos y eso no es un buen ejemplo para los niños", en clara referencia al tiempo que le tomó a Neymar recuperarse de una falta de Miguel Layún.
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