España cayó este domingo en los penales ante Rusia, en los octavos de final de la Copa del Mundo, y de esta manera sigue con su maldición de no haber ganado nunca a un anfitrión mundialista.
Ante la Sbornaya, España monopolizó el balón (74% de posesión), pero apenas creó ocasiones de gol y acabó pagando su falta de profundidad desde los once metros, en la lotería de los penales (4-3).
Tras adelantarse con un tanto en contra de Sergei Ignashevich (11) y cuando parecía haber hecho lo más difícil, derribar el granítico muro ruso, encajó el empate, también de penal, poco antes del descanso, por medio de Artem Dyzuba (41), en el único disparo a palos en todo el partido para los anfitriones.
Desde su enfrentamiento con Italia en su primera participación mundialista en 1934 hasta su cruce con Corea del Sur en el Mundial de 2002, España nunca había logrado superar al anfitrión en las tres ocasiones anteriores en que le ha tocado medirse con él.
En Italia-1934, los españoles se enfrentaron a los transalpinos en cuartos de final en un partido que muchos acabarían apodando "la batalla de Florencia", por la dureza italiana.
El partido acabó 1-1, y al desempate, que se jugaba 24 horas después, España se presentó con seis lesionados que no pudieron jugar y la Roja acabó perdiendo por 1-0.
Dieciséis años más tarde, fueron los brasileños en su Mundial de 1950 los que barrieron a los españoles de su camino.
La Furia Roja logró clasificarse para la liguilla final e incluso comenzó con buen pie con un empate ante Uruguay, pero el partido con Brasil acabó con las esperanzas españolas al perder por 6-1.
La última derrota sufrida por la Roja ante un anfitrión ocurrió en el Mundial de Corea y Japón-2002, en un partido que todavía escuece en España, especialmente por el polémico arbitraje del egipcio Gamal al Ghandour.
El colegiado anuló hasta dos goles a los españoles, y el partido se dirimió en la tanda de penales, donde los coreanos se impusieron por 5-3.
España ha sufrido la misma maldición en las Eurocopas, donde tampoco ha conseguido ganar en las cinco ocasiones en las que se ha enfrentado a las anfitrionas (1980, 1984, 1988, 1996, 2004) con la final del torneo de 1984 contra Francia como principal exponente (2-0).
Este domingo, en el imponente Luzhniki de Moscú, España siguió maldiciendo su mala suerte y dijo adiós al sueño de conquistar una segunda estrella.
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