Se jugaban apenas 12 minutos de los octavos de final entre Rusia y España, cuando desde un tiro libre Marco Asensio tiró un centro al área para Sergio Ramos y el defensor fue derribado por Sergei Ignashevich. La mala fortuna hizo que el balón le pegue en la pierna al ruso y se metiese en propia puerta para el 1-0.
El tanto, no sólo puso en ventaja al conjunto conducido por Fernando Hierro, sino que le permitió a Ignashevich batir un récord.
El zaguero se convirtió en el futbolista más viejo en marcar un gol en contra en una Copa del Mundo, debido a sus 38 años y 352 días, superando al portero hondureño Noel Valladares (37 años y 43 días).
Los insólito es que tras la Eurocopa de Francia 2016, Ignashevich había renunciado al seleccionado nacional, pero volvió a pedido del entrenador Stanislav Cherchésov. "No sólo es importante a nivel defensivo para Rusia, sino por su experiencia y el liderazgo que aporta en situaciones difíciles para el equipo. Creo que es uno de los secretos del éxito actual de la selección para pasar a la segunda fase", había explicado el ex entrenador del seleccionado Guus Hiddink.
El defensor, que tiene el récord de presencias en su seleccionado con 129 apariciones, incluyendo la de este domingo, pudo haber decretado la eliminación de su equipo por ese gol, pero afortunadamente para él, su equipo pudo llegar al empate y ganó en los penales.
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