En partido muy difícil para Colombia, ya que se enfrentaba a un rival directo por la clasificación a octavos de final, los Árbitros Asistentes de Video (VAR) jugaron un rol fundamental. El árbitro Milorad Mazic había cobrado un penal a favor de Senegal pero cambió su decisión tras revisar la jugada en el monitor que está al borde del campo de juego.
Ocurrió en el minuto 16, cuando el senegales Sadio Mané cayó en el área tras disputar el balón con el colombiano Davinson Sánchez. El colegiado serbio señaló rápidamente el punto penal porque interpretó que el atacante africano había sido derribado con infracción.
Mientras Mané se disponía a patear, los jueces encargados del VAR le recomendaron a Milorad Mazic que revise la jugada porque existía la posibilidad de que el quite de Sánchez fuera sin falta. El juez principal recurrió al monitor del Samara Arena para chequear la acción y vio que el zaguero colombiano tocó el balón de forma limpia.
Inmediatamente, Mazic regresó al campo de juego y desestimó su decisión inicial. La tecnología falló a favor del equipo de José Néstor Pékerman, que se juega su boleto a la siguiente fase contra el elenco africano más fuerte de la Copa del Mundo.
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