El 13 de julio de 2014 Alemania venció 1 a 0 a Argentina con gol de Mario Gotze y salió campeón del mundo. El 27 de junio de 2018 Alemania perdió 2 a 0 con Corea y quedó afuera de zona de grupos en la Copa del Mundo de Rusia. Es la historia repetida del campeón que al certamen siguiente no logra acceder a la segunda fase del Mundial.
La eliminación histórica de la selección teutona refuerza la teoría de "la maldición del campeón". Es la tercera vez consecutiva que el defensor del título cae en la primera instancia del torneo. Alemania fue campeón en 2014, finalizó tercero en el Grupo F y quedó eliminado en 2018, tras dos derrotas y una victoria. El antecedente más próximo lo había protagonizado España: ganador en Sudáfrica 2010 y derrotado por Holanda (5-1) y Chile (2-0) en el Grupo B de Brasil 2014.
En Sudáfrica 2010, el hechizo cayó sobre Italia. La selección azzurra fue campeona en Alemania 2006 luego de vencer a Francia por penales. Cuando fue a defender su corona en el certamen siguiente, fue último del Grupo F tras empatar con Paraguay, con Nueva Zelanda y caer 3 a 2 ante Eslovaquia, que clasificó a instancias de octavos de final junto con la selección sudamericana.
La suerte de los campeones se detuvo en Alemania 2006. Brasil, defensor del título que había obtenido en Corea-Japón 2002, pasó puntero en el Grupo F con puntaje ideal al vencer a Croacia, Australia y Japón. El equipo dirigido por Carlos Alberto Parreira y con Kaka, Ronaldo y Ronaldinho como figuras estelares cayó en cuartos de final con Francia por 1 a 0.
Pero la maldición también había surtido el mismo efecto en Corea-Japón 2002. Hasta allí llegó Francia luego de su celebración como local en 1998. Con descalabros institucionales y grietas en el plantel (Anelka fue expulsado por haber insultado al técnico Domenech), la selección gala solo sumó un punto en el Grupo A: quedó último tras perder con Senegal y Dinamarca, y empatar con Uruguay.
En el contexto macro, en cuatro de los últimos cinco mundiales, el campeón defensor cayó en zona de grupos y protagonizó una de las mayor decepciones de cada edición. Solo salvó Brasil la estadística en la Copa del Mundo de Alemania 2006.
La maldición de los campeones también rige en la Copa Confederaciones. Nunca el ganador de la competencia que se celebra en el año previo al Mundial en el país anfitrión pudo repetir la consagración. No pudo Brasil en 1997, Francia en 2001, Brasil de nuevo en 2006, 2010 y 2013, y Alemania, campeona en la Copa Confederaciones de 2017.
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