Alemania vivió el peor golpe futbolístico de su historia: cayó ante Corea del Sur y, por primera vez, quedó eliminada en fase de grupos en un Mundial. El entrenador Joachim Löw se presentó en la conferencia de prensa y dejó una puerta abierta para su salida del cargo.
"Soy el primero que tiene que cuestionarse. Esa es mi responsabilidad. Es muy temprano para responder a la pregunta (sobre su futuro). Tengo que dormir una noche. La decepción es brutal para mí. No podría haber imaginado esto", confesó el técnico que comanda a la selección desde el 2006 y que renovó contrato hasta 2022 hace un mes atrás.
El conductor del combinado alemán, campeón del último Mundial, reconoció que en el vestuario había "una gran decepción", y afirmó: "Había un silencio absoluto. Casi nadie puede decir nada".
"No merecíamos volver a ser campeones del mundo o seguir avanzando jugando así", aceptó tras la derrota por 2-0 contra Corea del Sur. "Estamos eliminados no porque quisiéramos perder, sino porque no aprovechamos nuestras ocasiones de marcar. Cuando vimos que Suecia estaba ganando y teníamos que marcar, nos entró cierta presión", aceptó.
La eliminación en primera ronda no marca, para Löw, un problema a futuro para el fútbol alemán: "No creo que vaya a venir ahora una época oscura. Hasta hace muy poco éramos los más regulares, acabando siempre entre los cuatro primeros o levantando los títulos. Tenemos jugadores jóvenes con mucho talento y mucho potencial".
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