Akira Nishino podría ser perdonado si Japón consigue el empate que necesita contra la eliminada Polonia y alcanza los octavos de final del Mundial. Hace poco más de dos meses ni siquiera estaba a cargo del combinado nacional y su jugador más conocido, Keisuke Honda, estaba lejos de subirse al avión que arribó a Rusia.
En su debut, los samuráis consiguieron el primer triunfo de la historia de una selección asiática frente a un equipo sudamericano en la Copa del Mundo, cuando derrotaron 2 a 1 a Colombia. Incluso una derrota puede ser suficiente para lograr el objetivo, si Senegal derrota al combinado cafetero.
El método de dar un volantazo a tiempo fue una muestra del pragmatismo. La Asociación de Fútbol de Japón apostó por despedir al entrenador bosnio Vahid Halilhodzic en abril después de una serie de actuaciones decepcionantes e informes que alertaban de fricción con algunos jugadores.
La decisión dio vuelta al rumbo nipón y los escépticos han sido silenciados por el elenco liderado por Nishino, que juega con ritmo, astucia y no poca habilidad para mantenerse invicto en la cima del Grupo H.
Fricción con el DT
De hecho, el ex delantero del Milan y CSKA de Moscú no estaría en la Copa del Mundo si Halilhodzic todavía estuviera a cargo del equipo, por lo venenosa que se tornó su relación con el ex seleccionador.
Honda, quien ahora juega para Pachuca en México, se convirtió en el primer jugador japonés en anotar en tres mundiales después de salir como suplente para anotar en el empate (2 a 2) ante Senegal.
En agosto pasado, el futbolista vio desde el banquillo cómo Japón se aseguraba su lugar en la Copa del Mundo con una victoria en casa contra Australia. "Hubiera sido vergonzoso para mí someterme al tipo de fútbol que practicaba Halilhodzic para ser convocado", dijo a la
emisora nacional NHK. "Estoy orgulloso de haberme mantenido fiel a mí mismo", agregó.
Así mismo, los antecedentes entre Japón y Polonia aumentan las esperanzas de un triunfo nipón en el Volgograd Arena, dado que han jugado solo dos amistosos y los asiáticos ganaron ambos. El último en 2002.
Predicción atrevida
El capitán de Polonia, Robert Lewandowski, apeló al orgullo de su equipo después de que los europeos fueran eliminados. Los polacos llegaron a Rusia con muchas esperanzas de alcanzar la fase de octavos de final por primera vez desde 1986, pero la derrota por 3 a 0 ante Colombia confirmó su salida temprana después de perder en su debut por 2 a 1 frente a Senegal.
"Ahora nos damos cuenta de que no lo hicimos lo suficientemente bien, pero eso es algo que no podemos superar", dijo el prolífico delantero del Bayern Munich.
Lewandowski, que no ha dejado rastro de su clase en el torneo, insinuó una retirada internacional cuando reveló que el choque entre Japón sería "para algunos de nosotros nuestro último partido con la selección nacional".
Su oponente Honda, tan famoso por sus declaraciones atrevidas como por sus cortes de pelo, afirmó que no iba a cambiar sus predicciones pasadas de que Japón levantaría el trofeo más codiciado del planeta. "Sé que le prometí a los japoneses que ganaríamos la Copa del Mundo", recordó antes de partir hacia Rusia.
"No lo he olvidado. Francamente, es por eso que quiero ir al Mundial y mostrar cuánto significa para mí luchar por el título", fueron sus últimas palabras. Una victoria o un empate puede mantener vivo el sueño para los samurais y Honda, que a sus 32 años probablemente dispute su última competición internacional.
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