Óscar Ramírez, seleccionador de Costa Rica, habló sobre todas las críticas que ha recibido desde muchos ámbitos después de perder los dos primeros partidos del Mundial de Rusia y avisó de que si tocan a su "familia", tendrán a un "tigre" delante.
Cuando fue derrotado por Serbia, apareció una comunicación anónima en las redes sociales que cuestionaba su liderazgo y su forma de llevar al grupo. En la rueda de prensa previa al choque contra Brasil, Ramírez declaró que estaba tranquilo y que el respeto era máximo en la concentración.
Sin embargo, una página de Facebook promovió un violento recibimiento al equipo a su vuelta a Costa Rica y su esposa, según el medio La Nación de su país, trasladó su preocupación a Ramírez, que en la víspera del choque ante Suiza avisó de que no permitirá que toquen a su familia.
"Me siento en gran manera molesto y dolido a la vez. Quería dar alegrías al país. Quería que no se viviera como se vivió. Era un grupo difícil. Hemos tratado de hacer el mejor trabajo. En lo personal, se habló de denuncias y da pena comentarlo. Se han oído insinuaciones. Se ha hecho una novela hasta decir que me quería ir y es falso", señaló.
"Han jugado con la dignidad de uno. He tratado de hacerlo lo mejor posible y he dormido bien. Si tocan a mi familia, sepan que van a tener un tigre delante", agregó.
Costa Rica quedó eliminado tras haber caído en sus dos presentaciones y no estuvo a la altura de lo que esperaba su público tras haber llegado a cuartos de final de Brasil 2014. Este miércoles, ante Suiza, se despide de Rusia 2018.
Con información de EFE