Cristiano Ronaldo llegó encendido al Mundial de Rusia. Luego de alzar la Champions League con el Real Madrid, el luso se despachó con cuatros goles en los primeros dos encuentros de Portugal en la Copa del Mundo.
Sin embargo, parece que no pudo extender su racha goleadora en el último encuentro de la fase de grupos ante Irán. A los 52 minutos de juego, el propio CR7 ingresó al área de izquierda a derecha y cayó apareado por un defensor iraní.
El árbitro paraguayo Enrique Cáceres fue avisado por el VAR para revisar la jugada. Aunque en primera instancia indicó vehementemente que no había observado infracción, tras la repetición, el colegiado sancionó la pena máxima a favor del equipo dirigido por Fernando Santos.
Ronaldo se hizo cargo del lanzamiento pero se encontró con la buena respuesta del arquero Alireza Beiranvand, que se quedó con la pelota y evitó que su adversario estirara la ventaja.
Minutos más tarde, otra controversia con el capitán portugués como protagonista se dio en el Mordovia Arena. El Comandante agredió sin pelota a un rival y el juez se apoyó nuevamente en el Asistente de Video Arbitraje para tomar una determinación.
A pesar de que la imagen del golpe de Ronaldo sobre el defensor iraní era contundente, Cáceres decidió solamente mostrarle la tarjeta amarilla y permitir que el cinco veces ganador del Balón de Oro continuara en cancha.
Pese a la mala actuación de su as de espadas, Portugal consiguió el pase a los octavos de final tras igualar 1-1 y se enfrentará a Uruguay el 30 de junio en el estadio Olímpico de Sochi.
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