La selección alemana pidió perdón a la de Suecia después de que el entrenador escandinavo, Janne Andersson, se quejara de la celebración de la victoria en el último suspiro del partido en su banquillo.
"Fue un partido lleno de emoción. Al final, los gestos y reacciones de nuestro cuerpo técnico hacia los suecos eran demasiado emotivos. No es nuestro comportamiento habitual", indicó la Mannschaft en su cuenta de Twitter, en un mensaje que acabó con un "Ursäkta", que significa perdón en sueco.
"Por tanto le pedimos disculpas al entrenador sueco y su equipo", precisó el tuit.
Es war ein emotionales Spiel. Am Ende war die eine oder andere Reaktion oder Geste unseres Betreuerstabes in Richtung der schwedischen Bank zu emotional. Das entspricht nicht unserer Art. Dafür haben wir uns beim schwedischen Trainer & seinem Team entschuldigt. Ursäkta! #GERSWE
— Die Mannschaft (@DFB_Team) June 23, 2018
Tras el duelo en Sochi, que se resolvió con un gol de falta de Toni Kroos en el último minuto del descuento, Anderson aseguró estar "cabreado" por la forma en la que celebraron el tanto los miembros del cuerpo técnico y algunos jugadores germanos.
En particular, el entrenador sueco consideró que habían corrido hacia su banquillo e hicieron gestos provocativos "delante de sus narices".
"Muchos de los que estábamos en el banquillo nos enfadamos. Habíamos luchado durante 95 minutos y cuando pitan el final lo elegante es darse la mano y marcharse", afirmó Anderson.
El tanto del mediocampista del Real Madrid llegó a último momento y le dio vida al seleccionado alemán, quien comenzó perdiendo y, hasta el cierre del primer tiempo, se estaba despidiendo del Mundial de Rusia 2018.
Finalmente, Marco Reus pudo igualar el marcador a dos minutos del inicio del complemento y, tras varias situaciones claras de gol, Toni Kroos selló la victoria con un gol agónico de tiro libre.
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