Una de las imágenes más comunes que se han visto en el Mundial de Rusia 2018, además de los goles de Cristiano Ronaldo y Lukaku, o las derrotas de los entrenadores argentinos, es la de los jugadores tunecinos lesionados. En sus dos primeros compromisos del torneo, tuvieron que reemplazar a varios futbolistas por diferentes dolencias o malestares físicos. Tanto en el partido con Inglaterra como ante Bélgica, no la pasaron nada bien.
Todo comenzó en su estreno mundialista. El portero Mouez Hassen sólo jugó 12 minutos del partido ante Inglaterra. Tuvo que abandonar el partido con una lesión en el hombro y posteriormente se conoció que no podrá seguir participando en la Copa del Mundo de Rusia, debido que sufrió una luxación.
Su lesión fue muy extraña, ya que se lastimó al lanzarse de manera espectacular para rechazar un cabezazo de John Stones. Estuvo tendido en el suelo durante cinco minutos en el terreno de juego pero al final fue retirado por el cuerpo médico su equipo. Ben Mustapha fue quien lo reemplazó y quien comenzó como titular en el duelo ante Bélgica.
En su segundo partido, Túnez volvió a ser atacado por las lesiones. Sólo en el primer tiempo, el entrenador Nabil Maaloul debió hacer dos modificaciones para reemplazar a jugadores lesionados.
A los 24 minutos, el defensor Dylan Bronn, quien había anotado el descuento ante el elenco belga, tuvo que irse lesionado al lastimarse de una forma muy absurda: quiso interceptar el pase de un rival y apoyó mal la pierna al recibir el impacto de la pelota. Quedó tendido en el suelo y posteriormente se retiró en camilla.
Como si fuera poco, en el mismo partido y antes de que finalice la primera etapa, el defensor central Syam Ben Youssef también pidió dejar la cancha. Corrí el minuto 39, su portero estaba a punto de sacar un balón desde el fondo y Ben Youssef hizo detener el partido para pedir asistencia médica. Minutos después también fue retirado en camilla y le dejó su lugar a Yohan Benalouane.
A las lesiones insólitas también hay que agregarle que el equipo muestra una gran merma física, puesta en evidencia por el capitán Wahbi Khazri y varios de sus compañeros, que suelen quedarse tendidos en el suelo más de lo normal y piden asistencia médica ante cada roce.
Quizás todos estos inconvenientes estén ligados a su preparación. En sus amistosos previos se ha visto a los jugadores simular lesiones para poder romper el ayuno del Ramadán en pleno partido, con el juego detenido. Generalmente eran en horario nocturno, entonces el portero caía al suelo sin ningún contacto visible y, cuando los médicos entraban a atenderlo, todos aprovechaban para tomar agua y comer dátiles. También les ha tocado entrenarse de noche para respetar el ritual religioso.
Túnez perdió el primer partido ante Inglaterra (2-1) y también cayó frente a Bélgica (5-2), por lo que ya ha quedado eliminado de la Copa del Mundo. Era sabido que sus opciones serían escasas ante dos equipos de mucha calidad, pero las lesiones le han puesto las cosas más difíciles.
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