La estrella de Brasil, Neymar, vivió un partido particularmente intenso frente a Costa Rica. Cayó al suelo en varias ocasiones en las que el árbitro holandés Bjorn Kuipers no consideró que hayan sido infracciones. Al término del primer tiempo, ambos tuvieron un encontronazo. Y finalmente le otorgó un penal que podría haber abierto el marcador, pero el VAR lo anuló.
Kuipers no cobró ni la mitad de las caídas del atacante brasileño, lejos de "cuidarlo" como pidió el mismo jugador, el árbitro fue permisivo y discutió verbalmente con el futbolista en varias ocasiones.
A tal punto que tras el final del primer tiempo, tuvieron un encontronazo que debió frenar Thiago Silva, el capitán. Neymar esperó al árbitro en el pasillo a los vestuarios para reclamarle por las faltas sin que lo vean las cámaras, pero igual fue registrado.
La disputa entre el árbitro y el delantero tuvo otro pico con la intervención del VAR. A los 76 minutos, el brasileño se dejó caer dentro del área tras sentir que una mano se apoyó sobre él.
El colegiado "compró" y pitó el penal. Sin embargo, tras las quejas de los defensores costarricenses, revisó el VAR y volvió tras sus pasos para cancelar la pena máxima.
El paulista, sin embargo, tuvo revancha y logró el tan ansiado gol que estaba buscando. Tras cumplirse los 90 minutos, se adicionaron seis más, y en el último de esos, apareció el crack brasileño para anotar su primer tanto en el Mundial de Rusia 2018 y encaminar a su selección a la clasificación a octavos.
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