Brasil tuvo que luchar más de lo esperado frente a Costa Rica, pero finalmente festejó y sumó tres puntos claves en el grupo E. Sobre la hora, Neymar liquidó el encuentro ante los Ticos, pero antes sufrió por un fallo arbitral en su contra y el arco que se le cerraba.
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El cero continuaba en el tanteador, y el equipo de Tite no hallaba los caminos para quebrarlo. Promediaba el complemento cuando la estrella del Paris Saint Germain dispuso de una oportunidad clara, pero su remate salió desviado por poco.
A falta de diez minutos para el final, cayó en el área y el árbitro concedió penal. Segundos más tarde, alertado por el VAR, cambió su decisión entendiendo que Ney había simulado.
Esto ofuscó al astro brasileño, quien recibió una amarilla por protestar. Y en el epílogo llegó el desahogo: Philippe Coutinho marcó el primero, Neymar exhibió un lujo que deleitó a los presentes y luego sentenció el arco costarricense con el 2-0.
Cuando el juez pitó el final del cotejo en San Petersburgo, el 10 del Scratch se puso de rodillas y se quedó varios segundos sollozando en soledad hasta ser contenido por sus compañeros. Luego de haber dejado atrás la lesión que lo tuvo a maltraer y puso en duda para la Copa del Mundo, Neymar se dio el gran gusto de convertir y saborear la victoria.
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