La campaña contra la violencia lanzada en 2016 por el seleccionado azteca
El Comité Disciplinario de la FIFA multó con USD 10.136 a la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) por el comportamiento de sus aficionados en el partido del domingo contra Alemania, durante la Copa Mundial de Rusia, cuando en el minuto 24, en la tribuna, se escuchó el característico "Eeeeeeh puto", tan famoso y habitual en los estadios aztecas.
La Femexfut también fue advertida por la FIFA que, de persistir el mal comportamiento de los aficionados mexicanos, podría enfrentar sanciones adicionales, como quitarle puntos a la selección.
Esta no es la primera vez que la expresión le trae problemas al fútbol azteca. En 2016, la FIFA sancionó en tres ocasiones a la Femexfut por el famoso grito, que en muchos países latinoamericanos es una forma despectiva de referirse a los hombres homosexuales.
Ante las exigencias de la FIFA, la Federación lanzó en 2016 las campañas #YaPárale y Abrazados por el fútbol en las que participaron seleccionados nacionales. Pero ambas fueron cuestionadas en medios de comunicación especializados como el diario deportivo La Afición, que publicó las críticas realizadas por Paria Powar, director ejecutivo de la Red de Futbol Contra el Racismo de Europa.
Un video grabado por los seleccionados nacionales en apoyo a la campaña de la Femexfut nunca se hizo mención del polémico cántico, por lo que Powar consideró que solo trataba una "punta" del problema al no mencionar el tema de la homofobia. "La asociación de fútbol está perdiendo la oportunidad de educar a los fanáticos de México en el sentido del cántico y de su naturaleza homofóbica y peyorativa", dijo.
Todo empezó con los niños
La historia de este grito se remonta a los años 80. Surgió en los emparrillados de la ciudad de Monterrey y su objetivo no era insultar a los rivales.
El equipo Potros, de la Asociación de Futbol Americano Infantil de Monterrey gozaba de gran popularidad gracias a que sus aficionados inventaban creativas porras. Una de las más populares era la que decía "Eeeeh ¡Pum!". Señalaba que era momento de que los jugadores se esforzaran más.
En el año 2004, en la ciudad de Guadalajara se disputó el Preolímpico de la CONCACAF. Fue entonces que los aficionados cambiaron el "pum" por la palabra "puto". A partir de ahí, se apropió de las tribunas mexicanas.
La dedicatoria a los porteros se tiene localizada en el año 2014, cuando el arquero Oswaldo Sánchez fue cambiado de Las Chivas al Atlas de Guadalajara.
Sánchez expresó que estaba agradecido por el cambio, pero que su corazón seguía perteneciendo a Chivas, lo que desató el enojo de los aficionados de su nuevo equipo, quienes le dedicaban el grito en cada partido.
Pronto se popularizó en las canchas aztecas y causó impacto mundial en Brasil 2014.
Ese año la FIFA pidió a la organización no gubernamental Non Violence Project (NVP) un estudio sobre la violencia en el fútbol mexicano instigada por este grito, que ya había ocasionado molestias entre jugadores de distintos equipos, principalmente porteros.
Parte de las conclusiones apuntaban a que la coloquial expresión planteaba una forma de violencia que en situaciones de enojo podía llevar a los aficionados a enfrentamientos.
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