Se jugaban las instancias finales del duelo que animaron en Kazan. Diego Costa, con fortuna, había puesto a España en ventaja, pero el esfuerzo y sacrificio iraní no mermó ni por un segundo. Un tiro libre en territorio ajeno fue un recurso para dar el golpe. Y la sorpresa se dio.
Saeid Ezzatollahi capitalizó un rebote en el área ibérica y fusiló a David De Gea. El grito de gol y los alocados festejos representaron una escena conmovedora, pero el uruguayo Cunha le dio el peor final.
A instancias del asistente Espinosa y amparado por el VAR, el árbitro anuló la acción por una posición adelantada. Como Azmoun habilitó al goleador, éste quedó mal ubicado ante la línea defensiva y su conquista se desvaneció en un sueño convertido en pesadilla.
Las esperanzas de Irán radicarán en conseguir un triunfo contra Portugal en la última jornada, mientras que los de Fernando Hierro concluirán su participación en el Grupo B contra un Marruecos que ya está eliminado.
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