Brasil siempre es candidato. Y siempre, además, tiene figuras descomunales que suelen asumir la conducción y la responsabilidad de asumir la conquista de un Mundial. Uno más para la mayor potencia futbolística del planeta. Este año, como cuatro atrás, es Neymar quien porta el estandarte.
Pero una brutal estadística preocupó al director técnico brasileño, Tite, quien vio cómo continuamente su estrella era golpeada una y otra vez sin piedad y ante la pasividad del árbitro del encuentro en el que Brasil empató en un gol con Suiza.
Es que la figura del seleccionado y del PSG francés fue víctima de la mayor cantidad de faltas en los últimos 20 años. En total, los suizos castigaron 10 veces a Neymar, quien comenzó el torneo con dificultades físicas y que incluso está en duda para el próximo partido que Brasil deberá enfrentar a Costa Rica el viernes 22 de junio.
El número de fouls que padeció el delantero fue solo superada en la historia de los mundiales por el inglés Alan Shearer, quien sufrió 11 infracciones contra Túnez durante la Copa del Mundo Francia 1998. Incluso, fue el brasileño más castigado en un Mundial desde 1966, torneo que se disputó en Inglaterra y cuyo local conquistó la copa.
La preocupación se encendió en la concentración de Brasil. Es que además de los traumas físicos que arrastra el brasileño, recuerdan que durante la competición de 2014, donde el seleccionado de Tite fue local, Neymar sufrió una violenta infracción en su espalda que le impidió continuar en el torneo y lo alejó de los campos de juego durante varios meses.
Fue en los cuartos de final contra Colombia, y el foul malogró una de sus vértebras. En el partido siguiente, frente a la poderosa Alemania, Brasil fue humillado: perdió 7 a 1 y fue eliminado del mundial.
¿Harán algo los organizadores para cuidar a quienes más cuidan al balón? ¿O creen que ya hicieron suficiente instalando un polémico y cuestionado VAR?
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