"Bien, veremos quién tiene la razón y quién está equivocado", fueron las palabras de un niño de ocho años. La situación era ideal: primer clásico de Londres con la camiseta blanca de la academia para jóvenes del Tottenham. Enfrente, el Arsenal, club que meses antes lo había desafiliado por su sobrepeso.
Dieciséis años después, Harry Kane es el héroe de Inglaterra tras anotar un doblete en el debut del Mundial de Rusia, el segundo de ellos, de cabeza, en tiempo de descuento, para darle el triunfo agónico a su seleccionado sobre Túnez por 2 a 1.
El Ciudadano no solo cortó con la maldición del elenco de Los Tres Leones de no poder ganar en su primer partido mundialista -como en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014-, sino que además revalidó su título de líder de un equipo joven pero con gran proyección.
"Ahora, cuando miro hacia atrás, fue probablemente lo mejor que me haya pasado porque me dio un impulso que no estaba allí antes", expresó el goleador, de 24 años, en The Players Tribune acerca del mal momento que atravesó en sus primeros años como futbolista. Y no se equivocó.
Su presente inmejorable en los Spurs dirigidos por Mauricio Pochettino, en donde marcó 41 goles en la última temporada, lo llevó a ser una de las figuras del seleccionado inglés: con solo seis duelos disputados en la Eliminatorias le bastó para convertir cinco tantos y darle la clasificación a la Copa del Mundo 2018.
Claro que Kane no es noticia nueva. En 2017 ya había sido tapa de los periódicos de todo el mundo tras consagrarse como goleador del año con 56 gritos, dejando atrás una hegemonía que hacía siete años venían sosteniendo las dos máximos estrellas de la disciplina a nivel mundial, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
Con 15 goles en sus primeros 25 presencias con el combinado nacional -récord únicamente superado por Gary Lineker (20)-, el capitán del conjunto dirigido por Gareth Southgate sumó por duplicado en su primer partido en Mundiales, hecho no menor si se tiene en cuenta que Wayne Rooney apenas cosechó uno en once cotejos.
Kane buscará llevar a los inventores del fútbol a lo más alto del Grupo G, que comparte con el favorito Bélgica, Túnez y Panamá. Y, de esta manera, ilusionar a sus hinchas con la posibilidad de conquistar su segunda estrella de la historia.
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