A estas horas, la alegría atraviesa a todo México. El Tri consiguió un épico triunfo ante Alemania y despertó la sorpresa de todo el planeta en el Mundial de Rusia.
Esta victoria tiene una explicación y su nombre es Juan Carlos Osorio. Claro que el entrenador debió atravesar duras críticas tanto de los medios mexicanos como de los aficionados para hoy poder disfrutar del producto de su trabajo con el equipo latinoamericano y escuchar desde las tribunas el clásico "México, México, rá, rá, rá" una vez finalizado el primer partido correspondiente al Grupo F.
Fanático de Marcelo Bielsa y Josep Guardiola. El colombiano de 57 años es un estudioso de la materia y un amante de los entrenamientos de básquet, deporte del que toma movimientos para sus entrenamientos.
"Es un obsesivo de los entrenamientos. Sus grandes maestros han tenido vínculos con otros deportes colectivos en espacios reducidos: vóleibol, baloncesto, balonmano. Es un profesor porque le gusta enseñar, no le dice al jugador 'hay que hacer esto', él le dice lo que hay que hacer y por qué. Tiene una gran capacidad para convencer", explicó el periodista Jorge Andrés Bermúdez, con quien Osorio escribió su libro 'La Libreta de Osorio' (2015), en el que explica su filosofía de juego. Su idea es básica: la repetición de ejercicios y situaciones para hacer que el futbolista reaccione a los estímulos del juego de manera subconsciente.
En la previa de la Copa del Mundo, el DT nacido en Santa Rosa de Cabal en el año 1961 era apuntado por sus planteo tácticos, sobre todo por no tener un formación fija en todo su ciclo al frente del elenco tricolor. La explicación del técnico es que no hay titulares fijos. Esta estrategia, según él, genera confusiones en los oponentes, eleva las posibilidades estratégicas del equipo. "Las estructuras del conjunto varían en función de las necesidades y las circunstancias de turno, del rival", señaló.
Osorio desarrolla su trabajo a partir de dos pilares: el entrenamiento y la selección del grupo. "Así como en la vida no podemos elegir a nuestros hijos, en el fútbol muchas veces tampoco podemos elegir a los jugadores", detalla en su libro. De esta manera, el Profe, como se lo conoce en el ambiente futbolero, destaca a los jugadores polifuncionales con la capacidad de moverse por distintos sectores del campo de juego.
Algunos reproches hacia la doctrina de Osorio se enfocan en el tiempo de trabajo disponible del DT. Sus métodos fueron efectivos en su Colombia natal, donde consiguió siete títulos al frente de Atlético Nacional; claro que allí contaba con un estimulo diario con sus dirigidos, a diferencia que lo que ocurre con un seleccionado. "A él le apasiona estar día a día, ver que un jugador de pronto esté desarrollando mal un movimiento en el campo y generar una ejercitación para ayudarle a mejorar", amplió Bermúdez.
La famosa libreta del Profe es una realidad. Por cada partido, por cada jugada, Osorio utiliza una lapicera azul para marcar los aciertos y una roja para los errores. Síntomas de su trabajo constante, aún durante el propio desarrollo del encuentro.
Los nueves mandamientos de Osorio:
- El inicio y la salida:
- su objetivo es no dividir el balón, un pelotazo provoca ceder la posesión.
- La circulación:
- sus jugadores deben tener claro que los pases deben tener una intención.
- La amplitud:
- si los rivales mantienen una postura defensiva habrá que echar mano de los extremos, concepto tomado de Bielsa.
- La profundidad:
- se refiere a la última acción de precisión que deja al futbolista en una oportunidad para tirar a gol.
- El ataque a los espacios:
- se refiere cuando se recupera la pelota y el adversario deja huecos.
- La concentración ofensiva:
- que haya la mayor cantidad de jugadores detrás de la línea del balón.
- El pressing:
- explicado como la capacidad para limitar tiempo y espacio al otro a través de la organización.
- La recuperación inmediata:
- que el balón se recupere en menos de siete segundos.
- El repliegue:
- una acción en la que el equipo puede perder el orden para reconquistar el balón.
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