Era un partido muy reñido, con mucho juego físico, con aproximaciones de ambos equipos, cuando la tecnología hizo justicia y Perú encontró un penal a favor para ponerse en ventaja. Christian Cueva había sido derribado en el área y no fue advertido por el colegiado gambiano Bakary Papa Gassama, pero los Árbitros Asistentes de Video (VAR) intervinieron de forma correcta.
Los jueces del VAR le sugirieron a Papa Gassama que revise la infracción de Yussuf Poulsen a Christian Cueva. Al ver la evidente falta en los monitores, el juez principal del partido no dudó en cobrar penal para el equipo de Ricardo Gareca.
El propio Cueva se hizo cargo de ejecutar la pena máxima. Pero su puntería falló. El remate del atacante del San Pablo se fue por encima del travesaño de la portería defendida por Kasper Schmeichel.
Minutos después, el árbitro hizo sonar su silbato para marcar el final de la primera etapa. Christian Cueva insultó al aire para hacer notar su impotencia y muchos de sus compañeros se acercaron a consolarlo antes de irse caminando al vestuario.
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