El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le manifestó este martes al jugador peruano Paolo Guerrero su "profunda compresión" respecto a la decepción del deportista por no poder formar parte de la selección de Perú que disputará el Mundial de Rusia.
Sin embargo, "también dejó claro" que la sanción por dopaje que se lo impide fue impuesta por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), tras una apelación presentada contra la decisión de un órgano judicial de la FIFA, según una declaración emitida por esta organización tras una reunión entre ambos.
Guerrero, capitán de la selección de Perú, fue sancionado por el TAS a 14 meses de inhabilitación por dar positivo en una prueba de dopaje a la que fue sometido después de un partido contra Argentina de clasificación para el Mundial, el pasado 5 de octubre. Esta sanción le impedirá jugar con su selección en Rusia.
Con la esperanza puesta en que la FIFA pudiese apoyarlo mediante una suerte de indulto u otra fórmula, el delantero peruano acudió a la sede de la organización, donde fue recibido por su máximo dirigente, a petición de la Federación Peruana de Fútbol (FPF).
Por ello, Guerrero estuvo acompañado en la reunión por el presidente de la FPF, Edwin Oviedo. Para esta gestión, el delantero recibió incluso el respaldo del Sindicato Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro), que se sumó a la petición a la FIFA para que le permita jugar el Mundial.
El principal argumento de Guerrero es que el dopaje fue totalmente accidental y ocurrió al ingerir un té que contenía restos de un mate de coca, lo que hizo que se detectara en su organismo la benzoilecgonina, principal metabolito de esta hoja.
El carácter no intencional de la ingesta y el hecho de que la dosis hallada en el organismo del futbolista era totalmente insuficiente como para considerar que podía mejorar su rendimiento o darle alguna ventaja quedaron corroborados en el laudo del TAS.
Sin embargo, esa instancia arbitral estableció que había cometido negligencia, por lo que lo suspendió 14 meses, considerando que la suspensión mínima en estos casos es de un año y la máxima de dos.
Durante la reunión con Infantino, Guerrero y Oviedo "manifestaron su posición sobre esa sanción", mientras que el presidente de la FIFA les recordó que la misma fue el resultado de una apelación contra la decisión de un órgano judicial "independiente" de la FIFA.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Con información de EFE