¿Fin de la "Garra Charrúa"?: la nueva generación de Uruguay pone en jaque a su histórica filosofía

Soplan vientos de cambio en el mediocampo de la selección uruguaya. El surgimiento de una camada de jugadores de buena técnica amenaza con romper con el tradicional estilo futbolístico del país

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Nahitan Nandez, Matías Vecino y De Arrascaeta son algunos de los exponentes de la nueva generación de Uruguay
Nahitan Nandez, Matías Vecino y De Arrascaeta son algunos de los exponentes de la nueva generación de Uruguay

Pocas culturas futbolísticas en el mundo como la de Uruguay. Tan reconocible, emblemática y visceral. Una filosofía que entiende al fútbol como un forma de vida, no como un simple deporte. El terreno de juego es un escenario para competir y la competencia es sinónimo de lucha, así está escrito en su ADN. No importan los elogios, pero sí el reconocimiento. Es un país pequeño que ha ganado prestigio mundial gracias a sus éxitos conseguidos por talentos potenciados por la fuerza del corazón. Dos Copas Mundiales de la FIFA, dos medallas de oro olímpicas y 15 Copas América son el orgullos de una nación de poco más de 3.000.000 de habitantes. Al jugador uruguayo se le pide inteligencia y entrega, su hambre de gloria es un valor innegociable. Así se construyó una mística conocida como la 'Garra Charrúa'. Puede que desde lo espiritual continúe siendo el rasgo distintivo de muchas generaciones pero en La Celeste hay una nueva camada que impone un cambio en el estilo de juego.

Detrás de Luis Suárez y de Edinson Cavani, delante de Fernando Muslera, Diego Godín y José María Giménez, hay un mediocampo que ha sufrido una transformación notable. Ya no es una línea de batalla, recuperación y de tránsito rápido, como cuando era integrada por Egidio Arévalo Ríos, Diego 'Ruso' Pérez, Walter Gargano o Sebastián Eguren, por nombrar algunos. Los jóvenes como Rodrigo Bentancur, Federico Valverde, Nahitan Nandez, Matías Vecino y Giorgian De Arrascaeta, entre otros, han reconvertido esa zona y abren un dilema a futuro.

De Sudáfrica 2010 a Rusia 2018

El 4° puesto obtenido en la Copa Mundial de la FIFA de Sudáfrica 2010 y el trofeo de campeón obtenido en la Copa América de Argentina 2011 fueron los grandes éxitos de un grupo de jugadores que luego cayó en octavos de final en el Mundial de Brasil 2014 y que no brilló en las Copas Américas 2015 y 2016. El entrenador, Oscar Washington Tabárez, repitió 15 nombres entre una Copa del Mundo y otra, pero actualmente sólo la mitad de ellos son parte de las convocatorias y la mayoría son defensores o atacantes. Con respecto a la última cita mundialista,  Muslera y Martín Silva aún se sostienen entre los porteros. Godín, Sebastián Coates, 'Josema' Giménez, Maximiliano Pereira y Martín Cáceres todavía son parte de las opciones en defensa. Christian Stuani, junto con Suárez y Cavani, los líderes indiscutidos, son los que siguen firmes en la ofensiva.

Sin embargo, entre las variantes del mediocampo, sólo Cristian 'Cebolla' Rodríguez y Gastón Ramírez representan a la 'vieja guardia'. El resto de los volantes de la selección uruguaya son jóvenes que prometen una renovación profunda. Hay indicios de que no sólo será un cambio de nombres, sino de que la irrupción de estos jugadores también modificará la filosofía de juego.

La nueva generación de Uruguay tiene estilo diferente al que tuvo en la última década
La nueva generación de Uruguay tiene estilo diferente al que tuvo en la última década

Ante República Checa en la China Cup, el certamen amistoso que Uruguay disputa como preparación al Mundial de Rusia 2018, el mediocampo titular estuvo conformado por Nandez, Bentancur, Vecino y De Arrascaeta. Ninguno supera los 20 partidos con La Celeste y promedian los 23 años. Recién comienzan a escribir su propia historia. Rodeados por la experiencia de las otras líneas, han hecho del mediocampo una zona diferente. La pelota ya no quema como en otras épocas, hoy es un instrumento para construir y progresar en el campo.

En el triunfo 2-0 también debutó Lucas Torreira. Fue el cuarto partido de Diego Laxalt (jugó como lateral), el quinto partido de Bentancur, el décimo de Nández, el decimotercero de De Arrascaeta y la vigésima presentación de Vecino. Faltó en esta convocatoria Federico Valverde, uno de los últimos en debutar, que actualmente está lesionado. Todos ellos son los responsables del nuevo estilo de juego de Uruguay, con mayor movilidad y tenencia de pelota.

Los nuevos reyes del pase

Las transiciones en la mitad del campo son más pausadas y los ataques se construyen con paciencia. Históricamente, el juego uruguayo era más directo. Pura verticalidad. Pero ahora la capacidad técnica de los nuevos jugadores le permite al equipo de Tabárez comprometerse más con el balón y tomarse más tiempo para avanzar en el campo con una sucesión de toques que no era habitual.

"La falencia histórica de Uruguay siempre fue la tenencia de pelota. Ahora se abren unas incertidumbres porque surgieron jugadores nuevos, como Valverde o Bentancur, que tienen otro estilo y juegan la pelota más por el piso. Viene un lindo dilema a futuro, sobre con qué filosofía vamos a jugar. Se abre un abanico interesante", apuntó Fabián Carini, ex portero de Uruguay, en diálogo con Infobae.

Las estadísticas marcan que Uruguay ha cambiado. En el Mundial 2014, en la fase de grupos, el elenco charrúa dio 258 pases correctos de 336 intentos (76,7% de efectividad) en el triunfo por 1-0 ante Italia. O, por ejemplo, en la eliminación de aquel torneo, ante Colombia en octavos de final, dio 263 pases correctos de 336 (78,2% de efectividad). Estos números contrastan notablemente con las cifras de los últimos amistosos. Frente a Polonia completaron 446 pases de 514 (86,8% de efectividad) y ante Austria consiguieron 438 pases de 543 (80,8%). Son diferentes contextos, distintos rivales, pero la tendencia es clara.

Al servicio de Suárez y Cavani

Ahora la intensidad está acompañada por la circulación de pelota en el mediocampo. Suárez y Cavani ya no tienen que sacar petróleo en contraataques maratónicos y luchas aislados del resto del equipo, porque detrás hay un grupo de jóvenes que impone condiciones, que ha rejuvenecido al resto del equipo y hacen que el juego fluya. La elegancia de Bentancur, la capacidad de conducción de Vecino, la pegada de De Arrascaeta, y el despliegue de Nández llegaron para quedarse.

Suárez y Cavani ya no tienen que luchar aislados del resto del equipo, el nuevo mediocampo los favorece
Suárez y Cavani ya no tienen que luchar aislados del resto del equipo, el nuevo mediocampo los favorece

"Tenemos la expectativa de tener mejores opciones que en otras oportunidades, sobre todo en la zona del mediocampo. Tenemos la pretensión de llevar al Mundial un equipo que nos dé muchas opciones de jugadores diferentes aun cuando jueguen en la misma posición", dijo Tabárez a la prensa antes del viaje a China.

“Tenemos la expectativa de tener mejores opciones que en otras oportunidades, sobre todo en la zona del mediocampo”, reconoció el ‘Maestro’ Tabárez
“Tenemos la expectativa de tener mejores opciones que en otras oportunidades, sobre todo en la zona del mediocampo”, reconoció el ‘Maestro’ Tabárez

Los nuevo volantes le abren un gran dilema al 'Maestro', de 71 años, el responsable de sentar las bases a futuro de una de las selecciones con más prestigio en el mundo. A contramano de la historia, Uruguay ya no tiene tan claro el histórico 4-4-2 combativo. Puede darse otros lujos. Durante las Eliminatorias ha probado con un 5-3-2 y un 4-1-4-1. Y más allá del esquema, La Celeste ha mostrado una versión más elegante, más emparentada con el juego asociado, y con esas condiciones ha sido la única selección de Sudamérica que estuvo de principio a fin en puestos de acceso al Mundial durante las Eliminatorias. Una filosofía que no encaja con su pasado pero que dio grandes resultados en el presente y se afianza para el futuro.

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